Banco Santander avanza en su oferta de productos y compromisos para promover la economía verde

Refugio de Majalavilla al final de un sendero del castañar de El Tiemblo, a 21 de octubre de 2021, en El Tiemblo, Ávila, Castilla y León, (España).
Refugio de Majalavilla al final de un sendero del castañar de El Tiemblo, a 21 de octubre de 2021, en El Tiemblo, Ávila, Castilla y León, (España). - Rafael Bastante - Europa Press
Actualizado: miércoles, 17 noviembre 2021 9:32

   MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

Banco Santander avanza en su hoja de ruta para contribuir a la transición hacia una economía verde con la consecución de sus objetivos medioambientales, como la neutralidad en carbono alcanzada en 2020, y el despliegue de un número significativo de productos verdes, entre los que se incluyen hipotecas, préstamos o créditos corporativos.

La acción por el clima se ha convertido en prácticamente un mandamiento para instituciones, entidades y sociedad en general, máxime tras el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o (IPCC, por sus siglas en inglés), que alerta de que el cambio climático es "generalizado, rápido y se está intensificando".

Además, la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 ha demostrado que un mundo más sostenible es posible, ya que los confinamientos y las restricciones de movilidad se tradujeron en bajos niveles de contaminación, y ha dado lugar a repensar el sistema socioeconómico.

En este contexto, las finanzas sostenibles están llamadas a jugar un papel fundamental para acelerar los objetivos del Acuerdo de París de 2015, algo que lleva aparejado el seguimiento de los criterios ASG (Ambiental, Social, de Buen Gobierno) a la hora de tomar cualquier decisión de negocio.

Como miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance, Banco Santander lleva tiempo trazando el camino para conseguir el objetivo de las cero emisiones netas en 2050 tanto en su propia actividad como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece Santander.

Una de las paradas antes de alcanzar dicha meta será, para 2030, dejar de prestar servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan del carbón térmico en más de un 10% y eliminar por completo su exposición a la minería de carbón en todo el mundo.

En los próximos meses, además, el banco compartirá los objetivos de descarbonización para otros sectores relevantes, como los de petróleo y gas, transporte, minería y siderometalurgia.

Asimismo, seguirá desarrollando productos verdes para sus diferentes tipos de clientes, como créditos vinculados a indicadores para medir la sostenibilidad de las compañías, hipotecas verdes, préstamos para reformas de eficiencia energética a particulares y empresas, préstamos para la instalación de paneles solares, préstamos para coches híbridos o eléctricos, renting de coche ecológico, entre otros.

Otra de las líneas de acción de Banco Santander es la financiación de energías renovables, ostentando el liderazgo mundial a cierre de 2020, según Dealogic, con el respaldo a proyectos de energías renovables de nueva creación (greenfield) con una capacidad total instalada de 13.765 megavatios (MW), suficiente para suministrar energía a 10,3 millones de hogares y evitar la emisión de 60 millones de toneladas de CO2.

También ha contribuido a la ampliación, mejora y mantenimiento de proyectos de infraestructura de energías renovables existentes (brownfield) con una capacidad instalada de 8.106 MW. Juntando tanto el greenfield como el brownfield, la cartera de financiación de energías renovables ascendía a 11.600 millones de euros a finales de 2020.

En paralelo, también el año pasado, la entidad emitió su tercer bono verde por valor de 1.000 millones de euros dentro de su Marco Global de Bonos Sostenibles como continuación de un plan global sobre emisiones sostenibles.

220.000 MILLONES DE FINANCIACIÓN VERDE PARA 2030

Seguir en esta línea es uno de los grandes objetivos del banco en su camino hacia las cero emisiones netas, habiéndose comprometido a facilitar 120.000 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2025 y 220.000 millones para 2030. Hasta ahora, ya se ha facilitado la movilización de más de 33.000 millones de euros a cierre de 2020 (15.200 millones solo en 2020).

Por otro lado, Banco Santander promueve y participa en actividades para la preservación de los bosques y del medio ambiente. En este marco, acaba de llegar a un acuerdo con Fundación Repsol y Grupo Sylvestris para impulsar el proyecto Motor Verde, una iniciativa de compensación de emisiones de dióxido de carbono, centrada en la reforestación y la regeneración de bosques, que pretende convertir a nuestro país en referente europeo en el sector de la compensación.

La entidad cuenta también con el proyecto Natura, con el que tanto empleados voluntarios como ciudadanos que quieren sumarse se dedican a la reforestación de bosques, limpieza de playas y riberas de ríos o a la colocación de cajas nido para el cuidado y conservación de especies.

Fuera de España, es socio fundador de la iniciativa británica 'Net Zero With Nature', cuyo objetivo es la restauración de los parques naturales de Reino Unido. También participa en un proyecto cuyo objetivo es la conservación de uno de los ecosistemas protegidos de Polonia, la zona de las montañas Mala Czantoria y Wielka Czantoria en la Baja Silesia.

En Latinoamérica, forma parte de un acuerdo histórico entre los tres principales bancos privados de Brasil para el desarrollo sostenible y la preservación del Amazonas.Hace ya un año que unieron sus fuerzas y ahora basan su actividad en los cultivos sostenibles, la bioeconomía, la ganadería y la regularización de tierras.

Asimismo, colabora en la iniciativa desarrollada en México 'Reforestemos', con la que se recaudan donativos en sus cajeros distribuidos por el país; participa en un proyecto en Chile para restaurar áreas degradadas y proteger el ecosistema del parque El Durazno, en la comuna de Canela; y en Argentina ayuda a la Fundación Vida Silvestre en la limpieza de playas y a la cooperativa El Corre Camino, que se dedica a la recogida de residuos y ha dado empleo a decenas de personas en riesgo de exclusión social.