MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Barclays ha destinado 16,5 millones de euros a compensar a sus clientes de unos bonos estructurados, emitidos en el primer trimestre de 2008, por clasificarlos erróneamente como de riesgo '2' (medio-bajo) cuando debía de haberlos considerado de '4' (alto), según informó este viernes la entidad en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad financiera ofrece permutar los bonos por otro bono de capital garantizado y cupón cero emitido por Barclays Bankc PLC a vencimiento de 11 de febrero de 2011 y a 8 de abril de 2013. La citada permuta tiene por objeto permitir al cliente recuperar el nominal de los bonos objeto del canje.
Estos productos financieros fueron emitidos entre los meses de enero a marzo de 2008 bajo la denominación comercial de 'Bono autocanjeable RBS, BBVA y SAN Cupón 36,5%' y 'Bono autocanjeable RBS, BBVA y SAN Cupón 16%', ambos emitidos por Société Générale, y con la de 'Bono Autocanjeable RBS, BBVA, SAN Cupón 16%' y 'Best Blue Chips', ambos emitidos por Morgan Stanley.
La propuesta irá dirigida a todos los clientes identificados como 'clientes en asesoramiento' a excepción de los que estuvieran clasificados como de perfil 'alto', los de perfil 'medio-alto' que hubieran adquirido dos o más productos con nivel de riesgo '4' en los 24 meses anteriores a la contratación de los bonos canjeables, y los que hayan visto reconocida su falta de idoneidad mediante la correspondiente advertencia legal.
Barclays explica que el fallo en la catalogación de los productos financieros "no tuvo influencia alguna" en la corrección o integridad de la información facilitada a los inversores.
No obstante, el banco estima que dicho fallo, en determinados casos de clientes, pudo dar lugar a que se formularan recomendaciones de compra que, de no mediar, no se habrían formulado de acuerdo con sus procedimientos.
El banco reconoce así que los bonos fueron "erróneamente" clasificados desde el punto de su nivel de riesgo y, en concreto, se les asignó un nivel de riesgo '2' (medio-bajo) cuando lo procedente, de acuerdo con sus propios criterios era '4' (alto), según explica la comunicación a la CNMV.