MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El grupo químico alemán Basf espera registrar pérdidas de 1.376 millones de euros en 2022, frente al beneficio neto de 5.523 millones del año anterior, como consecuencia del impacto negativo por el deterioro de valor de los activos de su filial Wintershall Dea tras la salida de Rusia.
En concreto, el deterioro de su participación en la empresa de petróleo y gas Wintershall Dea alcanzará un monto aproximado de 7.300 millones de euros, de los que 5.400 millones serán contabilizados en el cuarto trimestre de 2022.
"Estos deterioros resultan en particular de la desconsolidación de las actividades rusas de exploración y producción de Wintershall Dea debido a la gran pérdida de influencia real y la expropiación económica", explicó la multinacional.
Wintershall Dea tiene la intención de salir completamente de Rusia de manera ordenada y cumpliendo con todas las obligaciones legales aplicables, lo que ha llevado a reevaluar las participaciones rusas de la filial y a realizar amortizaciones en el negocio de transporte de gas europeo, incluida una amortización completa en la participación en Nord Stream.
"Wintershall Dea pondrá fin a sus actividades rusas. Seguir operando en Rusia no es sostenible", indicó el consejero delegado de esta compañía, Mario Mehren.
Por otro lado, Basf informó de que sus ventas crecieron un 11% en 2022, hasta 87.327 millones de euros, frente a los 78.598 millones del ejercicio 2021, en línea con el rango de entre 86.000 y 89 000 millones de euros previsto por la compañía.
El aumento en las ventas fue impulsado principalmente por unos precios más altos y efectos cambiarios positivos, explicó la multinacional.