MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
La orden ministerial aprobada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo asigna a las plantas españolas y comunitarias cantidades de producción de biodiésel, de forma que solo el producto objeto de esta asignación podrá ser tenido en cuenta a la hora de cumplir lo objetivos 'verdes' de la UE para 2011 y 2012 sobre implantación de estos biocombustibles.
Fuentes del sector indicaron a Europa Press que, a efectos prácticos, esta norma impide al biodiésel argentino computar en los objetivos comunitarios de implantación de renovables, lo que provocará una reducción en las importaciones de este producto, que equivalen a unos 750 millones de euros al año.
Desde abril del año pasado, los objetivos de mezcla de biodiésel sitúan en el 7% el porcentaje de contenido energético de gasóleo procedente de este biocombustible para 2012 y 2013. Para el bioetanol, el porcentaje de mezcla con gasolina es del 4,1%, mientras que el objetivo global es del 6,5%.
La UE establece que los Estados miembros deben velar por que la cuota de energía procedente de fuentes renovables en todos los tipos de transporte en 2020 sea como mínimo equivalente al 10% del consumo final de energía en el transporte.
La orden de Industria incentiva de esta forma el uso de biodiésel de origen comunitario y lo hace "ante la competencia desleal" procedente de terceros países. Las empresas del sector aseguraban que esta competencia desleal la practica no solo Argentina, sino también Indonesia.
En sus motivos para la publicación de la orden, el Gobierno no solo alude a esta circunstancia, sino también a las ventajas que supone para la economía española en lo que a generación de empleo y sostenibilidad del medio rural se refiere.
MODELOS DE PROTECCIÓN
Otros países como Francia, Portugal e Italia aplican modelos de protección de la industrial del biodiésel similares a los recién aprobados por el Gobierno español.
Francia aplica una exención de la Tasa Interior sobre Productos Petrolíferos (TIPP) a operadores petrolíferos que usen biocarburantes siempre que estos biocarburantes disfruten de permisos de producción para su consumo en Francia.
Por su parte, Portugal aplica una exención del Impuesto sobre productos petrolíferos y energéticos (ISP) para los biocombustibles, mientras que Italia recorta un 80% de las obligaciones fiscales nacionales para el biodiésel destinado a transporte y calefacción mediante cuotas asignadas en concurso público.