Este martes concluye el plazo para que los fabricantes presenten las ofertas con las que pujan por un pedido de 2.600 millones
MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Bombardier ha decidido finalmente no presentar oferta para pujar por el contrato de suministro de treinta nuevos trenes de Alta Velocidad (AVE) a Renfe, tras impugnar recientemente los pliegos del concurso de este pedido, estimado en 2.642 millones de euros.
La multinacional canadiense ha optado por no competir por el contrato en coherencia con los motivos que le llevaron a presentar la impugnación el pasado 29 de abril, según informaron a Europa Press en fuentes de la empresa.
Bombardier tomó esta medida al considerar que las condiciones fijadas en el concurso público promovido por Renfe para adjudicar el contrato "no cumplen los principios de no discriminación, proporcionalidad y libre competencia".
La compañía también señaló el hecho de que Renfe prime la fabricación en España de los nuevos trenes AVE a la hora de adjudicar el contrato, al estimar que va contra los principios de libre circulación y de la normativa de libre competencia europea.
A última hora de la tarde este martes concluye el plazo fijado por la compañía ferroviaria pública para que los fabricantes ferroviarios le remitan las propuestas con las que optan al 'macrocontrato', uno de los mayores de la compañía y el primero que saca a concurso en la última década.
La japonesa Hitachi, las españolas CAF y Talgo, la francesa Alstom y la alemana Siemens prevén presentar sus respectivas ofertas para hacerse con el contrato, según indicaron a Europa Press en fuentes de las compañías.
Estos fabricantes de trenes se disponen así a remitir a Renfe sus propuestas dado que, por el momento, el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) no se ha pronunciado sobre la impugnación que Bombardier.
CONTRATO HISTÓRICO.
El contrato, que Renfe licitó a finales del pasado mes de diciembre, supone el suministro de treinta nuevos trenes AVE, además de su posterior mantenimiento durante cuarenta años por un importe de 2.642 millones.
Renfe prevé adjudicar este contrato a una sola empresa o consorcio de empresas, y espera empezar a recibir los nuevos trenes a partir de 2018.
Según los pliegos del contrato, la operadora busca un tren con capacidad para circular a una velocidad de hasta 320 kilómetros por hora y de "gran capacidad", esto es, que pueda transportar a "un mínimo" de 400 viajeros.
Con este 'macropedido', la compañía ferroviaria pretende garantizarse un calendario de incorporación de nuevos trenes para modernizar su parque de vehículos y prepararlo al paulatino aumento de demanda de viajeros.