MADRID, 16 Feb. (EDIZIONES) -
Una de las principales incertidumbres de los inversores en la actualidad es saber dónde se va a estabilizar el precio del petróleo. También a los consumidores les preocupa cómo puede afectar esa situación al precio de los carburantes.
El precio del Brent alcanzó el pasado 23 de junio el valor máximo de cotización en 2014, llegando a 115,06 dólares por barril. En ese momento empezó a descender, sufriendo mínimos repuntes durante los siguientes meses que no lograron invertir la tendencia a la baja, hasta que el pasado 14 de enero se posicionó en 47,22 dólares por barril. En las dos semanas siguientes mantuvo una estabilidad en torno a 48 dólares de cotización. Sin embargo, la recuperación mostrada durante el mes de febrero crea dudas sobre los niveles en los que se estabilizará el barril de referencia europeo.
Para aclararlas, hemos planteado a expertos en la materia unas preguntas clave que ayudarán a entender en que situación nos encontramos y a dónde podría llegar la cotización del Brent.
¿CUÁL DEBERÍA SER EL 'PRECIO DE EQUILIBRIO' DEL BARRIL?
El analista de XTB, Carlos Fernández, piensa que el precio máximo del petróleo en lo que queda de año será de 60 dólares por barril de Brent, puesto que se estima que, a partir de esos niveles, el fracking de Estados Unidos comienza a ser más rentable que importar petróleo.
A su vez, apunta que "la zona de los 47,60 dólares va a suponer un importante suelo para lo que resta de año" y que el objetivo "podría ser un rango lateral en el que los precios oscilen entre los 50 y los 60 dólares". Por ello, prevé que en los próximos meses "se reduzca la volatilidad y el precio comience un periodo de estabilización".
En la misma línea, el analista de Bankinter experto en sector energético y mercado del petróleo, Ramón Carrasco, asegura que su entidad está trabajando con un escenario entre los 55 y 60 dólares para el final de año. En lo que queda de año el crudo no será tan volátil como a finales del 2014 y principios del 2015.
Por su parte, el analista de mercados de IG Markets, Daniel Pingarrón, destaca que "no es fácil vaticinar un precio de equilibrio", pero expresa que es probable que la media de cotización esté entre 40 y 60 dólares.
La directora de análisis de BNP Paribas Personal Investors, Estefanía Ponte, indica que según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) el precio del barril este año estará en torno a los 60 o 65 dólares. Para poder mantener el precio del petróleo alrededor de los 50 o 55 dólares por barril la demanda debería verse reducida. Arabia Saudí, como uno de los principales productores del mundo, se vería en el punto de mira para impulsar esta reducción.
¿POR QUÉ HA BAJADO EL PRECIO DEL PETRÓLEO?
Con respecto a este punto, Fernández afirma que el descenso del precio se debe a la "reducción de la demanda" provocada por la caída en el consumo de petróleo por parte de Estados Unidos y por la crisis económica que existe a nivel mundial. Además, no se olvida de que China, segundo importador mundial, sigue creciendo a buen ritmo pero por debajo de las expectativas, dato también negativo para la demanda de crudo.
Para Pingarrón, el descenso del precio se debe a una sobreoferta. Desde su punto de vista existen tres factores que han propiciado el derrumbe de los precios del petróleo desde el verano pasado. Considera como motivo principal "el incremento de la oferta de crudo, fruto de la proliferación de las técnicas de fracking, especialmente en Estados Unidos". Algo menos de importancia da a la apreciación del dólar desde mediados del 2014 y poca relevancia tiene para él el descenso de la demanda.
Ponte atribuye la bajada del precio del crudo a una "guerra de precios". Destaca que la aparición del "shale oil" ha supuesto un incremento de oferta y que, en un contexto de demanda relativamente pobre, Arabia Saudí mantuvo su nivel de producción, por lo que 2014 finalizó con un exceso de inventarios.
En cualquier caso, Carrasco recuerda que la oferta se ha incrementado en casi 3 millones de barriles y la demanda se ha estancando e, incluso, reducido ligeramente como consecuencia del debilitamiento económico. "En el mercado sobran unos dos millones y medio de barriles, por tanto, el equilibrio se alcanzará cuando se reduzca la oferta o cuando haya una mejora económica", según ha afirmado.
¿POR QUÉ LAS BAJADAS DEL PRECIO DEL BARRIL NO SE TRASLADAN AL PRECIO DE LOS COMBUSTIBLES?
En las últimas tres semanas el precio de la gasolina y del gasóleo ha aumentado, volviendo a niveles de diciembre, a pesar de la bajada que esta sufriendo el precio del barril.
Tanto Fernández como Carrasco señalan a los impuestos que paga el consumidor como responsables de que la caída del crudo no se traslade a los carburantes. Además, el primero indica que en España estos impuestos suponen alrededor de un 48% si hablamos de gasolina y un 43% para el gasóleo, lo que hace que las fuertes caídas en el precio del petróleo no se traduzcan en caídas de igual magnitud en el precio final de los carburantes. Además, el petróleo se paga en dólares y el euro se ha depreciado en los últimos meses, por ello la caída del precio del crudo repercute en menor medida.
Así mismo, Carrasco añade a los impuestos especiales sobre carburantes, así como el margen de refino y de marketing, actualmente en niveles muy altos. Para que el precio del petróleo caiga tienen que caer los márgenes de la materia prima, hecho que ya ha ocurrido, pero también los de refino y marketing.
¿QUÉ PAÍSES SON LOS QUE SE ESTÁN BENEFICIANDO DE ESTA SITUACIÓN? ¿Y LOS QUE SE VEN PERJUDICADOS?
Los países productores como Arabia Saudí o Nigeria están obteniendo rentabilidad. Sin embargo, los grandes beneficiados son los importadores de crudo, que ven cómo se abarata el coste de las materias primas, según indican Pingarrón, Fernández y Ponte.
Los analistas coinciden en que las economías mas perjudicadas son las que actúan como productores y exportadores, por ejemplo Venezuela, Ecuador o Rusia, cuyos ingresos dependen en gran medida del petróleo. Soportan altos costes de producción, a la vez que ven como los precios finales disminuyen, por lo que, sus márgenes de beneficio se reducen.
¿CÓMO INFLUYE LA SITUACIÓN DESFAVORABLE DE LA EUROZONA?
Las altas tasas de desempleo, la baja o negativa inflación o la incertidumbre política en algunos países de la zona euro son hechos que demuestran una ausencia de crecimiento sólido. Esta inestabilidad en la eurozona está contribuyendo a las caídas del precio del petróleo, produciendo un descenso de la demanda y un aumento en el exceso de oferta, según afirma Fernández.
En particular, España es uno de los más beneficiados, ya que es un gran consumidor de petróleo y tiene una producción nula. Anualmente paga más de 40.000 millones de euros en energía y se estima que las caídas en el precio del crudo le permitan ahorrar más de 6.000 millones, provocando una reducción del déficit comercial.
Por su parte, Pingarrón opina que desde el punto de vista de la economía europea lo que interesa es un petróleo lo más barato posible. Sin embargo, las economías financieras, no se sienten cómodas con un precio demasiado bajo y reaccionan mal ante las bajadas del crudo. Esto es así porque las Bolsas perciben problemas e inestabilidades de aquellos países cuyas economías pueden verse perjudicadas por un barril demasiado bajo, como Rusia. Además, a las empresas petroleras o energéticas no les interesa tampoco un crudo muy bajo.
En la misma línea, Carrasco considera beneficiosa la bajada del crudo para la eurozona, ya que Europa es un continente netamente importador de energía, salvo zonas concretas, como puede ser Inglaterra.
Sin embargo, para Ponte, la situación de la euro zona no afecta al precio del petróleo. Y sí considera el abaratamiento de éste un elemento dinamizador de la demanda interna.
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