BRUSELAS 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha iniciado la reflexión para explorar posibles reformas con las que corregir la fuerte fragmentación de los mercados digitales europeos e impulsar las inversiones para avanzar en el despliegue de redes digitales de alta capacidad, si bien dejará la presentación de propuestas concretas para la siguiente legislatura, tras las elecciones al Parlamento Europeo del próximo junio.
La vicepresidenta de Competencia, Margrethe Vestager, y el comisario de Mercado Interior y Telecomunicaciones, Thierry Breton, han presentado este miércoles en Bruselas un 'Libro Blanco' sobre cómo abordar las necesidades de infraestructuras de conectividad en la Unión Europea durante la próxima década que presenta distintos escenarios que se someterán a consulta pública hasta el 30 de junio.
Solo después, con una nueva Comisión Europea tras las elecciones europeas, los servicios comunitarios podrán analizar los resultados de la consulta y trabajar en propuestas legislativas concretas, han apuntado los responsables comunitarios.
Según las estimaciones de Bruselas, la Unión Europea necesitará una inversión de al menos 200.000 millones de euros provenientes de los sectores público y privado para garantizar el despliegue de redes móviles 5G al ritmo de los objetivos fijados por la agenda europea de aquí a 2030.
La patronal internacional de la industria móvil (GSMA) ha pedido abordar "urgentemente" la necesidad de inversiones identificada por Bruselas para asegurar que el desarrollo de la conectividad que persiguen se logra al ritmo necesario para alcanzar los "ambiciosos" objetivos "sin dejar a nadie atrás".
En un comunicado, la GSMA ha aplaudido las líneas apuntadas por el documento del Ejecutivo comunitario porque constituye la "base de un nuevo enfoque" que espera asuma la nueva Comisión que se forme tras las elecciones europeas, porque considera que será una "oportunidad única de reformar" la regulación actual "para permitir que la industria y las pyme europeas compitan globalmente y aprovechen los beneficios de la infraestructura digital".
En este contexto, el 'Libro Blanco' pretende ser un primer paso para buscar el modo de atraer inversiones, fomentar la innovación, aumentar la seguridad y lograr un verdadero mercado único digital.
Entre los principales retos identificados en el documento comunitario destaca la ausencia de un mercado único plenamente integrado para las telecomunicaciones, que hoy en día enfrentan 27 mercados nacionales con distintas condiciones de oferta y demanda, arquitecturas de red, niveles de cobertura, marcos regulatorios o procedimientos para autorización de espectro.
También es un problema la falta de coordinación a nivel europeo en la gestión del espectro radioeléctrico, lo que ha llevado a retrasos en la asignación de espectro o en el despliegue de infraestructuras de red en todos los Estados miembro, según Bruselas; así como que no haya igualdad de condiciones competitivas entre proveedores de servicios en la nube y teleoperadores.
Además, avisan de que en un contexto geopolítico cada vez más tensionado, la seguridad y la resiliencia de las infraestructuras críticas deben basarse en proveedores de confianza, en el desarrollo de normas de seguridad para la conectividad de extremo a extremo y en un mayor nivel de resiliencia e integración a todos los niveles: redes terrestres, no terrestres, de acceso y troncales, incluidas las infraestructuras de cables submarinos.
Coincidiendo con la adopción del 'Libro Blanco' de la conectividad, el Colegio de Comisarios también ha presentado recomendaciones a los gobiernos para reforzar la seguridad de cables submarinos. Así, piden a los países evaluar y mejorar la seguridad y capacidad de resistencia de sus infraestructuras submarinas existentes y proyectadas.