BRUSELAS, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha pedido fijar en un plazo máximo de dos años, es decir, en 2014, un nuevo objetivo obligatorio para 2030 para las energías renovables sobre el total del consumo, con el objetivo de dar tiempo y seguridad jurídica a los inversores a la hora de planificar. El comisario de Energía, Günther Oettinger, ha defendido que este objetivo sea de al menos el 30%.
La UE se ha comprometido de aquí a 2020 a reducir el 20% las emisiones, aumentar al 20% la cuota de renovables y a incrementar un 20% la eficiencia energética. Todas estas metas son ya jurídicamente vinculantes, y por ello el Ejecutivo comunitario ha lanzado este jueves el debate sobre la combinación de energías que debe promover la UE de aquí a 2050.
El objetivo, ha recordado Oettinger, es reducir al menos un 80% las emisiones de CO2 y garantizar la seguridad de suministro. Esta "descarbonización" es "técnicamente posible y económicamente defendible", ha sostenido el comisario. "Los costes son casi los mismos si hacemos algo que si no hacemos nada", ha agregado.
El comisario de Energía ha defendido además que las inversiones necesarias de aquí a 2030 se hagan lo antes posible porque "si no invertimos ahora y retrasamos las decisiones, pagaremos más por la factura total". Además, las inversiones tempranas permitirán mejores precios en el futuro. Bruselas cree que los precios de la electricidad seguirán subiendo hasta 2030 pero podrían caer después gracias al menor coste de suministro, las políticas de ahorro y las mejoras tecnológicas.
Para lograr el objetivo del 80% en 2050, el sector energético "debe reducir sus emisiones de CO2 casi el 100%", ya que otros, como el transporte, sólo podrán hacerlo el 60%, ha explicado Oettinger.
CARBÓN Y NUCLEAR
La cuota de renovables "deberá aumentar considerablemente" y será necesario fijar un nuevo objetivo obligatorio intermedio para 2030. A su juicio, la meta podría ser de al menos el 30%, y llegar al 50% en la producción eléctrica.
En cuanto al carbón, Oettinger ha dicho que, dado su gran volumen de emisiones, "sólo tiene futuro si la captura y almacenamiento de CO2 es realizable". El gas será "esencial para la electricidad y la calefacción", pero su uso dependerá también de si triunfan los proyectos de captura y almacenamiento de CO2.
Por lo que se refiere a la energía nuclear, el Ejecutivo comunitario evita dar recomendaciones a los Estados miembros y presenta dos escenarios. En el primero, que contempla que sólo las plantas que ya se están construyendo se utilizarán en 2050, mientras que las que existen se cerrarán cuando acabe su vida útil, prevé que la cuota de la energía nuclear caiga del actual 14% al 3% del consumo.
Pero si los proyectos de captura y almacenamiento de carbono no tienen éxito o retrasan esta tecnología, el papel de la energía nuclear debería aumentar hasta el 18%.