Caja Cantabria prevé una "segunda ronda" en la concentración de cajas en la que el SIP aspira a comprar alguna entidad

Actualizado: domingo, 3 octubre 2010 18:29

Espera cerrar el año con unos beneficios en torno a 25 millones de euros

MURCIA/SANTANDER, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio Orizaola, cree que el proceso de integración de cajas continuará con una "segunda ronda" en la que el Sistema Institucional de Protección (SIP) que va a conformar junto a CAM, Cajastur y Caja Extremadura aspira a comprar alguna entidad o algún otro SIP.

Así lo ha asegurado en una entrevista en RNE en la que también ha avanzado que la entidad cántabra espera cerrar este año con un beneficio antes de impuestos en torno a 25 millones de euros.

En la entrevista, en la que ha colaborado Europa Press, el presidente de Caja Cantabria ha explicado que la entidad y sus tres socios han conseguido conformar un SIP "magnífico", "francamente excelente", en su opinión, "el mejor de España", lo que redundará en un "afianzamiento total" de la entidad cántabra y de las otras tres cajas de cara al futuro.

Y en ese futuro, según dice, se van a "producir nuevos movimientos" que el SIP podrá "aprovechar para seguir creciendo y seguir aumentando su fortaleza financiera". De hecho, ésa es una de las razones por las que Caja Cantabria optó por integrarse en un grupo de estas dimensiones, aunque sea con una participación pequeña.

Ambrosio ha explicado que Caja Cantabria podría haber elegido otros socios y formar un SIP en el que su peso se situara en torno a un 20 ó 25 por ciento, en lugar del 9% que tendrá en el banco que creará junto a CAM, Cajastur y Caja Extremadura.

"Había que decantarse, o por la foto, o por seguridad y futuro. Podíamos haber llegado a formar un grupo notable en cuanto a activos y volumen de negocio, pero no magnífico, como el de ahora. Podíamos haberlo hecho más pequeño, con otras entidades, y en lugar de un 9, hubiéramos podido tener un 20 o un 25 por ciento. La foto pudiera haber sido mejor, pero desde el punto de vista de expectativas de futuro, hubiera sido notablemente peor", ha argumentado.

Según ha explicado, una de las razones que llevó a decantarse por un grupo de mayor tamaño --será la quinta entidad financiera del país, tercera en el ámbito de las cajas-- es esa nueva fase que augura en el proceso de concentración.

De esta forma, se podrá participar en el proceso como "jugador activo, es decir, como comprador de alguna otra caja o algún otro SIP" en el caso de que "se llegue a esa segunda ronda". Lo que descarta es que esa nueva fase de concentración acabe ligando Caja Cantabria al banco Santander y ha opinado que esos movimientos futuros serán "entre cajas".

FUTURO GARANTIZADO

El presidente de la entidad ha destacado que gracias a la creación del SIP, que ya ha recibido el respaldo de las asambleas de las cuatro cajas, queda "garantizado el futuro" de Caja Cantabria, que podrá prestar mejores productos y servicios a sus clientes y tendrá mejores posibilidades para desarrollar su obra social y para mantener el nivel de empleo.

En este sentido, ha vuelto a reiterar que no habrá "medidas traumáticas" en la plantilla, aunque el contrato de integración exige reducir la masa salarial un 11,9 por ciento. Para ello, se recurrirá a prejubilaciones, bajas voluntarias incentivadas y, en su caso, traslados.

En la red comercial de oficinas el impacto será "mínimo, por no decir nulo", y en los servicios centrales cree que será "pequeño", porque se van descentralizar los servicios centrales del SIP y cada caja asumirá parte. "No quiero minimizar el impacto, porque en el momento en que haya una persona no satisfecha ya es un problema, pero los problemas van a ser muy reducidos", ha afirmado Ambrosio.

BENEFICIOS

En términos económicos, ha señalado que la integración en el SIP supondrá mejorar los niveles de eficiencia, solvencia y liquidez. Y en beneficios, la previsión es que se alcancen los 1.500 millones de euros para 2015, tal como ha recordado el presidente de Caja Cantabria.

En este sentido, ha subrayado la importancia de la mutualización de beneficios al cien por cien --uno de los objetivos que se marcaba la entidad cántabra en la búsqueda de socios-- y ha destacado que a partir de ahora habrá que empezar a hablar, por tanto, de los beneficios "del grupo", la solvencia "del grupo", etcétera.

De momento, en lo que respecta a este año, y hablando sólo de Caja Cantabria, se espera cerrar el ejercicio con un beneficio antes de impuestos en torno a 25 millones de euros, una cifra "notablemente inferior" a las de años anteriores, pero en "resultados positivos".

Respecto a los cargos de responsabilidad en el futuro banco que creará el SIP, Ambrosio ha reconocido que hubo "momentos de discrepancias" en relación a las funciones confiadas al consejero delegado, no tanto por las competencias en sí, sino por cómo poder actuar sobre ellas llegado el caso, pero al final se ha llegado "a buen puerto".

SITUACIÓN ECONÓMICA

En cuanto a la situación económica general, el presidente de Caja Cantabria piensa que "lo más duro" ya ha pasado, en el sentido de dejar de caer, pero "otra cuestión distinta es cómo volver a salir a la superficie".

A su juicio, ese camino "va a ser largo y costoso" y, en el caso del paro, "no parece que vaya a tener una mejora espectacular" en los próximos tres o cuatro años, pero "tampoco va a empeorar". No obstante, no cree que ése sea "consuelo" para nadie cuando hay millones de parados en España.

Ambrosio ha precisado que la salida de la crisis depende no sólo de factores que son competencia del Gobierno español, sino también de la economía mundial. En ese contexto, lo que tiene que hacer el Ejecutivo es intentar que la economía española "sea lo más eficiente y lo más competitiva posible".

Eso, a su juicio, pasa por una "consolidación fiscal" que, según reconoce, "produce daños, porque exige sacrificios a todos", como ocurre, por ejemplo, con la reforma laboral y la de las pensiones. "Lo que debemos conseguir y mentalizarnos es que esos sacrificios sean repartidos entre todos", ha indicado.

En esta línea, preguntado sobre la huelga general, ha destacado que no le corresponde a él valorar si ha sido un éxito o no, y se ha limitado a señalar que en Caja Cantabria secundaron la movilización 84 empleados y hubo una "normalidad bastante notable, lo cual no significa" que no hayan sentido, "como todos, los efectos".

FLUIDEZ DEL CRÉDITO

Por último, en cuanto a la fluidez del crédito, ha recalcado que "nadie puede pensar que las entidades financieras lo están restringiendo voluntariamente". "Ése es nuestro negocio. Bobos seríamos si nos autolimitáramos nosotros", ha apostillado.

El presidente de Caja Cantabria ha recordado que para que fluya el crédito tiene que haber demanda y debe ser demanda "solvente". "Y mientras la economía no tire, la demanda va a seguir siendo escasa", sostiene.

En su opinión, mientras el PIB no crezca al menos al 1,5 ó 2% anual, "es muy difícil que el crédito crezca más". También "se liberarían muchísimos millones de euros" si se lograra rebajar la morosidad al 2 ó 3%, frente al 5,7% actual, que obliga a destinar muchos recursos a provisionar créditos morosos.

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