MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Telefónica César Alierta, el presidente de Inditex, Pablo Isla, y el expresidente de Cortefiel Gonzalo Hinojosa han presentado su renuncia voluntaria al consejo de administración de Telefónica, que les ha agradecido sus muchos años de trabajo y los servicios prestados, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De esta manera, Alierta, que ocupaba el puesto de consejero desde 1997, cuando era presidente de Altadis, abandona el órgano de dirección del grupo que presidió durante casi 16 años hasta que en abril de 2016 cedió las riendas de la empresa a José María Alvárez-Pallete. A partir de ahora, Alierta seguirá como presidente de Fundación Telefónica y vicepresidente de ProFuturo.
La operadora ha aprovechado las renuncias de Alierta, Isla e Hinojosa para recudir a 17 el número de miembros del consejo de administración, de acuerdo con las recomendaciones de buen gobierno y las tendencias internacionales.
Asimismo, ha acordado nombrar consejeros por cooptación, y a propuesta de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno a Carmen García de Andrés, directora general de la Fundación Tomillo, y a Francisco José Riberas Mera, presidente de Gestamp, con el carácter de consejeros independientes.
El consejo ha acordado también someter a la aprobación de la próxima junta general de accionistas la reelección como consejeros de su actual presidente, José María Álvarez-Pallete, y de Ignacio Moreno Martínez, así como la ratificación de los dos nuevos consejeros independientes.
Por último, ha acordado nombrar miembro de la Comisión de Auditoría y Control a la consejera independiente Carmen García de Andrés y miembros de la Comisión de Nombramientos a José Javier Echenique Landiríbar y a Luiz Fernando Furlán, todos ellos consejeros independientes.
LOS AÑOS DE ALIERTA EN TELEFÓNICA.
Alierta asumió en julio de 2000 la presidencia de Telefónica, una compañía que comenzaba a confiar en su internacionalización, y la abandonó hace aproximadamente un año, dejando un grupo con presencia en toda Latinoamérica, en puntos estratégicos de Europa y participación en China.
A su salida, Telefónica era una de las mayores operadoras de telecomunicaciones del mundo con unos ingresos superiores a los 47.000 millones, el doble que cuando fue nombrado presidente, y presencia en 21 países con más de 125.000 empleados. Además, en este periodo de cuadruplicó su número de clientes.
La consolidación internacional de la compañía estuvo marcada por operaciones como la compra de las operadoras móviles de O2 en Reino Unido, Alemania e Irlanda por 26.000 millones de euros en 2005, la adquisición del 50% de Vivo en manos de Portugal Telecom en 2010 o la operación Veronica en el año 2000, que supuso el lanzamiento simultáneo de ofertas de compra sobre Telesp y TeleSudeste Celular, Telefónica de Argentina y Telefónica de Perú.
Otro de los aspectos claves de la gestión de Telefónica en esta última década ha su apuesta por jugar un papel relevante en la revolución digital que están experimentando las sociedades de todo el mundo. En especial, destaca la creación de Telefónica Digital en septiembre de 2011, un movimiento que ha sido imitado por otros operadores.
La convergencia también ha sido otro de los pilares del mandato de Alierta, una apuesta que se vio refleja con el lanzamiento de Movistar Fusión en octubre de 2012, que en un solo mes alcanzó 430.000 usuarios y que poco después fue replicada por sus competidores.
ISLA DICE ADIÓS TRAS QUINCE AÑOS COMO CONSEJERO
De este modo, Pablo Isla pone fin a su etapa en la operadora, en la que entró como consejero independiente el 12 de abril de 2002, fecha en la que César Alierta ya presidía la compañía.
El máximo ejecutivo del grupo gallego consideraba inadecuado desde el punto de vista de gobierno corporativo continuar como consejero en Telefónica tras quince años en la compañía.
Según la normativa que regula la gobernanza de las empresas cotizadas, un miembro del consejo de administración que lleva ese número de años no puede mantener la calificación de independiente y ser defensor neutral de los intereses de los accionistas.
Curiosamente, el nombre del presidente de Inditex llegó a sonar hace unos años como posible sucesor de Alierta, aunque Isla tildaba siempre esa posibilidad de "absolutamente ridícula".