Citi cree que si Grecia abandona el euro sería un "desastre" para el país

Actualizado: martes, 13 septiembre 2011 16:57

MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una salida de Grecia del euro se ha convertido recientemente en un opción "más probable", según un informe de Citi, que, sin embargo, advierte de que si el país heleno abandona la unión monetaria sería "un desastre para Grecia" y para el resto de los miembros de la eurozona, así como "una crisis" para la economía global.

En este sentido, Citi incide en que abandonar la eurozona sería "enormemente costoso" para Grecia, al mismo tiempo que sólo produciría "pequeños beneficios". Además, tendría graves implicaciones políticas y económicas para el conjunto de la Unión Europea (UE) y de la economía mundial.

En concreto, incide en que la salida de Grecia del euro también tendría "grandes efectos negativos" en el resto de la unión monetaria tanto de forma directa como indirecta.

Así, destaca que el efecto indirecto más importante vendría de la ruptura de lo que hasta ahora era un tema "tabú", en referencia a que ningún país abandona la unión monetaria. En su opinión, esto supondría un aumento de las presiones sobre los países más débiles del euro.

Por otro lado, explica que los más probable es que la salida de Grecia del euro venga precedido primero por un suspenso en la financiación de la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) al país y a sus bancos y se podría justo antes o después de un 'default' soberano.

A este respecto, el servicio de análisis de la entidad estadounidense considera que un 'default' de la deuda soberana griega es consiste con su permanencia en la zona euro.

Citi prevé que la deuda respecto al PIB de Grecia acabe 2011 en el 167%, por encima del 157,7% previsto por la Comisión Europea en primavera, mientras que el déficit se situará en torno al 10%, 2,4 puntos porcentuales más de la marcado por el programa de rescate.

En esta línea, cree que sólo alrededor de un tercio de este incremento del objetivo de déficit puede ser atribuido a una economía griega más débil de lo previsto y añade que las reformas estructurales "no van a ninguna parte" y que la falta de realismo en las previsiones sobre los beneficios de las privatizaciones es cada vez más evidente.