BARCELONA, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, ha avisado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que no espere un "cheque en blanco" ni un apoyo incondicional de CiU para aprobar la reforma del mercado laboral en el Congreso.
"Nuestra responsabilidad, que forma parte de nuestro código de conducta, no puede ser la excusa para descansar permanentemente sobre CiU la solución de todos los males" de la política española, advirtió en rueda de prensa, destacando que esperarán a conocer el contenido completo de la reforma para pronunciarse.
Lamentó así la "irrelevante" influencia del presidente de la Generalitat, José Montilla, para convencer a sus socios en el Gobierno catalán --ERC e ICV-EUiA-- de que fuercen a sus diputados en el Congreso a apoyar la reforma
Constató, en este sentido, que sus votos con esenciales para permitir que el proyecto salga adelante, "pero la prueba de la carga parece que sólo es patrimonio de CiU". Por ello, insistió en que calibrarán la magnitud de una reforma laboral cuando sepan su contenido, aunque la consideran necesaria y urgente.
Deseó que el consenso sea posible entre el Gobierno y los agentes sociales por la trascendencia del proyecto, aunque si la lógica de Zapatero es "continuar apostando por la confrontación entre empresarios y trabajadores" no habrá salida, sostuvo.
Sobre la huelga de la función pública convocada para este martes por los sindicatos, aseguró que es consecuencia de los errores del Gobierno y demuestra la "grave crisis" de los proyectos socialistas allí donde gobiernan.
En su opinión, el malestar de estos trabajadores es la respuesta a unas medidas del Ejecutivo central que llegan tarde y mal, y recordó que CiU no compartía algunas. Sin embargo, añadió que "algo tenía que hacerse porque, si no, el barco iba a la deriva".
"La política económica está en muy malas manos y empieza a ser urgente que el PSOE releve a Zapatero, porque continuaremos viendo muestras de clara incompetencia y gestión de la crisis", subrayó.
CUMBRE EUROMEDITERRÁNEA
Aprovechó para lamentar el aplazamiento de la cumbre euromediterránea, que se tenía que celebrar este lunes, lo que, para Puig, constata otro "gran fracaso" de la diplomacia y la presidencia europea de Zapatero.
Pidió que, si la cumbre se celebra durante el próximo periodo presidencial europeo, Barcelona pueda continuar siendo la sede del encuentro.