MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consumo de vino en España se mantiene al alza tras elevarse un 11,9%, hasta los 10,31 millones de hectolitros, en julio en tasa interanual, pero se está ralentizando, según el informe elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) a partir de los datos de Infovi.
En concreto, por meses, se observa que la tendencia empieza a mostrar síntomas de desaceleración, no llegándose a superar aún los 10,76 millones de hectolitros alcanzados en julio de 2019.
Tras alcanzar su pico de crecimiento en febrero de este año (+20,8% hasta los 10,63 millones de hectolitros), el ritmo de crecimiento interanual del consumo se ha suavizado desde entonces, coincidiendo con el inicio de un periodo de gran incertidumbre comercial derivada de factores como el encarecimiento de la energía y el combustible o la crisis del transporte y los suministros, que ha desembocado en una fuerte inflación global.
Según los datos del informe, julio ha sido el peor mes de lo que va de 2022 a nivel de variación relativa (-15,9%), tras el ligero repunte logrado en junio (+2%).
El 2022 arrancó con muy buenos crecimientos tanto en enero (+10,7%) como en febrero (+21,2%), pero desde entonces, se han ido alternando fuertes caídas en los meses de marzo, mayo y julio, compensadas tímidamente con ligeros crecimientos en abril y junio.
Por canales, y según datos de Nielsen IQ se ha registrado un crecimiento del volumen de consumo de vino en hostelería del +39,9%, y una caída en alimentación del -6%.
Estas cifras muestran que se ha alcanzado el tope de recuperación en hostelería, canal más afectado por las restricciones derivadas de la crisis sanitaria, mientras que se va frenando poco a poco la caída en alimentación, donde las ventas crecieron a un ritmo excepcional durante el confinamiento.
Según los datos de la consultora, el crecimiento de las ventas de vino en España (alimentación + hostelería) ha sido mayor en términos de valor (+14,6%) que de volumen (+5,6%), al subir el precio medio un
+8,5%, el cual fue el más elevado de la serie histórica, con 4,59 euros/litro.
El informe señala que esta tendencia está muy relacionada con el período de fuerte inflación. De hecho, si se descuenta a las tasas de variación la evolución interanual de la inflación y calculamos el valor de venta deflactado, la tendencia cambiaría sensiblemente: el consumo de vino en España (alimentación + hostelería) crecería algo más en términos de volumen que de valor, con precios ligeramente a la baja tanto en alimentación como en hostelería, a diferencia de lo analizado en valor nominal.
Por categorías, los vinos incluidos en rangos de precios más elevados -independientemente de la inflación- son los que mejor se comportan, así el vino con Denominación de Origen Protegida (DOP) y el espumoso aumentaron su valor más del 15%, siendo los únicos que crecieron por encima de la media.
Respecto a los espumosos, son los únicos que crecen en alimentación y los que más lo hacen en hostelería, mientras que los vinos con DOP son los segundos que mejor evolución presentan en ambos canales.