MADRID 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los controladores aéreos y AENA volverán a sentarse a la mesa para retomar las negociaciones para el convenio colectivo, rotas el pasado viernes, una vez que el comité ejecutivo del sindicato mayoritario USCA, que agrupa al 95% de los 2.400 controladores que el ente tiene en plantilla, ha decidido por unanimidad renunciar a convocar una huelga en agosto.
La garantía de que no convocaría una huelga era una exigencia de AENA para continuar negociando por lo que el presidente del gestor aeroportuario, Juan Ignacio Lema, decidió convocar para esta tarde a la mesa negociadora, cuatro días después de que las negociaciones quedaran rotas, aunque lamentó que la renuncia a convocar los paros "no fuera definitiva".
Así las cosas, AENA mantiene su propuesta de una jornada de 1.670 horas y un suelo medio de 200.000 euros al año para los controladores operativos, por entender que está dentro de los estándares europeos y ser "muy generosa".
Aunque la compañía está abierta a negociar una jornada menor --USCA reclama las 1.350 horas a partir de 2013 y dice estar dispuesto a negociar sobre las 1.500 horas--, Lema ya ha advertido que la retribución debe negociarse paralelamente y, por tanto, el salario tendrá que ajustarse a esa jornada, además de mantenerse la productividad para no encarecer los costes.
De las 12 reivindicaciones llevadas a la mesa por USCA, ya se han alcanzado acuerdos en seis puntos relativos a la situación de los controladores mayores de 57 años y en temas de formación pero los principales escollos, claves para poder cerrar el conflicto, siguen siendo la retribución y las jornadas.
Si no se logra un acuerdo por la vía negociadora, AENA está dispuesta a acudir a un arbitraje voluntario, de mutuo acuerdo, que ponga fin al conflicto, solución que a USCA no le convence al considerar que el gestor carece de "un plan empresarial de futuro".
Por su parte, los controladores insisten en que su intención es "cerrar cuanto antes" la negociación. "Hemos sido sensibles a las llamadas que por diversos cauces nos han llegado y a nuestra propia convicción de que la única salida para esta situación es una negociación intensa y sensata que dé como resultado un acuerdo que, aunque no deje satisfechas plenamente a las dos partes, asegure el futuro mejor para los trabajadores y para la empresa", afirmó en un comunicado el presidente de USCA, Camilo Cela.