MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los controladores aéreos insisten en que las demoras en los aeropuertos españoles registradas en las últimas semanas tienen como causa la falta de plantilla y lamentan la lenta evolución de las negociaciones sobre el convenio de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
"Estamos haciendo todo el trabajo nosotros", señalaron fuentes del colectivo de controladores a Europa Press, asegurando que son ellos los que revisan cada cláusula o estatuto a negociar y posteriormente lo presentan ante el gestor aeroportuario, que se limita a valorar. "No aportan mucho de su cosecha", aseveró.
Esto hace que las negociaciones "no registren grandes avances", aseguraron las mismas fuentes, que arremetieron nuevamente contra la organización del trabajo por parte del gestor aeroportuario.
Concretamente, aseguraron que de los 2.386 controladores operativos que AENA afirma estaban disponibles en el mes de junio, cifra que supera en 21 los efectivos disponibles en el mismo mes del ejercicio anterior, sólo están trabajando en labores de control cerca de 2.000, lo que es insuficiente teniendo en cuenta que cada vez entran más aviones.
"Hay menos personal que el año pasado y hay más aviones" denunció el portavoz del colectivo, quien señaló que de las cifras que proporciona AENA hay que descontar numerosas personas afectadas por el retiro a los 57 años, personal dedicado a labores administrativas y otros trabajadores que se han jubilado.
Por otro lado, el colectivo respondió a las acusaciones de AENA de mantener un elevado absentismo laboral y señaló que no se trata de faltas de asistencia sino de bajas laborales convenientemente justificadas.
Dichas bajas médicas están aumentando a causa de las continuadas presiones generadas por el entorno laboral, ya que según el mencionado portavoz todas las semanas se tiene noticia de crisis de ansiedad entre controladores, que sufren cambios de turnos y jornadas laborales excesivas. "Vamos al límite", advirtió.
Según destacó, aunque la media de horas trabajadas no ha aumentado han descendido los descansos. "La gente está desquiciada y además gana la mitad trabajando un 10% más", aseguró.