MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Angel Corcóstegui percibió 56 millones de euros netos por el fondo
de pensiones que tenía provisionado el Santander Central Hispano a su
favor cuando el 13 de febrero del año pasado dejó sorpresivamente los
cargos de vicepresidente primero y consejero delegado que ocupaba en
el banco, según consta en la memoria de la entidad correspondiente al
ejercicio 2002.
El importe total satisfecho por el banco ascendió a 108 millones
de euros brutos en concepto de liquidación de los compromisos de
pensiones asumidos con el ex directivo y puestos en valor en el
momento en el que presentó su renuncia.
Al realizar el pago se practicó la correspondiente retención
fiscal del 48 por ciento, revirtiendo 52 millones de euros en el
Tesoro Público y los 56 millones restantes al ex consejero delegado.
La cifra no recoge ningún tipo de "bonus" o indemnización, sino
sólo el valor del fondo interno que había provisionado el banco para
cubrir la jubilación del que fue su primer ejecutivo, con una
capitalización del 4 por ciento.
El fondo, cuyo importe se calcula según los criterios contables
exigidos por el Banco de España, cubre también la contingencia de
viudedad, en cuyo caso el cónyuge percibiría entre un 40 y 50 por
ciento de la pensión, y la de orfandad.
Según explicó el vicepresidente del banco, Matías Rodríguez
Inciarte, el desembolso "es indiferente para el banco, porque ya
tenía provisionadas las cifras", con lo que la operación se limita a
sacar ese fondo del balance.
El ejecutivo del Santander Central Hispano justificó el elevado
importe en que recoge los derechos devengados durante "una larga
carrera bancaria", desde que ingresó en el Banco Vizcaya en 1986, y
el Banco Central reconoció esos derechos al ficharlo posteriormente,
hasta que dejó el Santander Central Hispano el año pasado.
INCOMPATIBILIDAD DURANTE 10 AÑOS.
El banco ha tenido además en cuenta la inclusión en su contrato de
despido de una claúsula que le inhabilita durante 10 años para
ejercer cargos similares en entidades financieras competidoras con el
Santander Central Hispano, indicó Rodríguez Inciarte.
La memoria del banco, que desde hoy está a disposición de sus
accionistas y analistas en un ejercicio de "transparencia", recoge
además el pago de 289.000 euros a Corcóstegui durante el corto
ejercicio de sus cargos en 2002.
SIN CONTAR "STOCK OPTIONS".
El texto no da cuenta del ejercicio de un tramo de opciones sobre
acciones --stock options-- que realizó un mes antes de salir de la
entidad, aunque sí especifica con todo detalle los planes que tienen
vigentes los actuales consejeros.
Durante la presentación de la memoria, Rodríguez Inciarte insistió
en que "todo se ha hecho con total y absoluto cumplimiento interno,
externo y de transparencia". El vicepresidente de la entidad aseguró
que los pagos de los fondos de pensiones de Corcóstegui han sido
aprobados por la Comisión de Retribuciones, el consejo de
administración y la junta.
Las explicaciones del banco se producen después de que la juez de
la Audiencia Nacional Teresa Palacios decidiese unir la denuncia
realizada ante la Fiscalía Anticorrupción contra el presidente del
Santander Central Hispano, Emilio Botín, y contra Angel Corcóstegui
por la percepción de dichos fondos, al proceso que instruye sobre el
"bonus" cobrado por el ex presidente José María Amusátegui. La
denuncia contra Corcóstegui, presentada por Rafael Pérez Escolar,
condenado a penas de prisión por su impliación en el "Caso Banesto",
argumentaba que esos hechos son constitutivos de un delito societario
o de apropiación indebida.
Según recuerda la memoria del año 2002 y que ya recogía la
correspondiente a 2001, el banco abonó al ex copresidente José María
Amusátegui 43,75 millones de euros "con carácter extraordinario y no
recurrente" por el bonus "que estaba decidido desde el momento de la
fusión", explicó Rodríguez Inciarte.
Amusátegui, a diferencia de Corcóstegui no solicitó el rescate del
fondo constituido para sufragar su pensión, que sigue dentro del
balance del banco junto al del resto de empleados de la entidad y
cobra, por tanto, la pensión del banco.
UNA JUNTA "QUE NO TENIA SENTIDO". Respecto a las suspicacias que
originó la supresión repentina de la junta de accionistas de febrero
y su eventual relación con la comunicación de estas compensaciones,
Inciarte indicó que el banco consideró que "no tenía mucho sentido"
celebrarla porque, tras la presentación de resultados, no tenía mucho
que comunicar.
Sin embargo, eludió predecir si el Santander Central Hispano se
limitará a realizar una sóla junta en ejercicios venideros o volverá
a celebrar dos asambleas como tenía por constumbre.
Asimismo, anticipó que previsiblemente Emilio Botín se dirija
antes de la junta que el banco celebrará los días 20 y 21 de junio a
los accionistas para invitarles a presentar propuestas y sugerencias.
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17-Mar-2003 14:23:38
(EUROPA PRESS)
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