MADRID, 26 Oct. (EDIZIONES) -
El día 31 de octubre está marcado en el calendario de todos los norteamericanos. Halloween es una de las fiestas más importantes de Estados Unidos y nadie quiere perdérsela.
Esta celebración, cuyo origen se remonta a la festividad celta de Samhain, consigue que un país tan grande y diverso como Estados Unidos se una bajo la bandera del "truco o trato", siempre ataviados con sus mejores disfraces de calaveras, fantasmas, vampiros y brujas, y con el acompañamiento de las eternas calabazas.
Pero, ¿qué coste supone esta fiesta en las arcas de las familias norteamericanas? A tan solo cinco días de la noche más terrorífica del año, se estima que este año los 157 millones de estadounidenses que pretenden celebrar Halloween gastarán la nada desdeñable cifra de 6.890 millones de dólares en decoración, disfraces, dulces y tarjetas.
Los datos, ofrecidos por la plataforma statista.com, arrojan una tendencia al alza en los últimos diez años, a pesar de que este 2015 el gasto será algo menor que en 2014, donde se llegaron a alcanzar los 7.490 millones de dólares.
En este gráfico se puede apreciar la evolución de este gasto desde 2006 hasta 2015 en millones de dólares.
DISTRIBUCIÓN DEL GASTO
Halloween destaca por el gasto ingente en disfraces, ya sean hechos o los materiales que se necesitan para crearlos. Pero, a pesar de ser el sector en el que más dinero se dejan los estadounidenses, el dinero también se invierte en todo tipo de decoraciones y dulces.
Si tenemos en cuenta los datos que dejó el 2014, los norteamericanos que celebraron Halloween se gastaron tan solo en disfraces casi 2.790 millones dólares. En esta cifra se incluyen tanto disfraces de adultos, de niños y de mascotas, siendo en ocasiones los reyes de esta celebración.
Le siguen de cerca los dulces y chucherías típicas del "truco o trato", con un gasto de 2.330 millones, después la decoración (calabazas, telarañas, fantasmas...) con 2.020 millones y muy de lejos las felicitaciones con 350 millones.