MADRID, 8 Abr. (EDIZIONES) -
Royal Dutch Shell ha devorado a la británica BG Group en la que ha sido la mayor transacción de 2015 y la operación de mayores dimensiones en el sector energético de las últimas décadas. 47.000 millones de libras esterlinas, casi 65.000 millones de euros, es lo que le ha costado al gigante anglo holandés absorber a su competidor.
¿Puede ser esta una llamada a la mesa? Son muchos los que esperan que las caídas del precio del petróleo del último año y su posible estabilización o subida en el corto plazo termine derivando en una guerra interna en la que los grandes se coman a los más pequeños del sector, que esperan hambrientos la entrada de capital.
El desplome del petróleo, lo que a priori puede parecer un problema para las petroleras (pues se estrechan sus márgenes de ganancias con la bajada de los precios) puede terminar por convertirse en una oportunidad de negocio.
El analista de mercados de IG Markets, Daniel Pingarrón, cree que la de Shell o la de Repsol no serán las últimas operaciones del sector este año, aunque ve difícil que se vean implicadas grandes petroleras internacionales. "La compra de Shell supone 70.000 millones de dólares, 15 veces más de lo que le va a costar a FEDex comprar TNT, por ejemplo", explica.
Pingarrón asegura que en una escala mucho menor se producirán muchas operaciones con arreglo a la lógica de que la rentabilidad del sector petrolífero se está reduciendo muchísimo, lo cual implica la desaparición forzosa de jugadores.
"Donde es muy fácil que se produzcan movimientos es en las empresas de 'fracking', especialmente, en las americanas, pues muchas de ellas están en una situación muy vulnerable con los actuales precios del crudo", añade.
Por su parte, el analista de XTB, Jorge López, explica que estas operaciones se producen por la "feroz competencia" provocada por un precio del crudo a niveles que no se veían desde hace años.
Ademas, López señala que se debe tener en cuenta la gran volatilidad dentro del precio del crudo (volatilidades que no se veían desde el 2009) y que provocarán que las 'join ventures' sean bastante comunes. "Ganarán las que tengan la suficiente osadía como para hacerse con una cuota de mercado importante", apuesta el analista.
Las estimaciones afirman que el precio del crudo se estabilizará y por eso las petroleras buscan expandirse, eliminar competidores y hacerse con un nicho de mercado mucho más amplio. "Así evitan ser dependientes de un sectorial o de una región geográfica, y consiguen una externalización importante de la manera más rápida: hacerse con una compañía", termina el analista de XTB.
Los comensales ya están en la mesa y Shell se ha servido primero.