MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Tráfico (DGT), dependiente del Ministerio del Interior, ha adjudicado por 100 millones de euros, impuestos incluidos, a la unión temporal de empresas (UTE) conformada por Indra, Kapsch y Wordline los servicios de soporte y asistencia técnica para la gestión del 'Centro de Tramitación de Denuncias Automatizadas', según figura en el portal de contratación del Estado y recoge Europa Press.
El pliego de prescripciones técnicas del contrato público apunta que el adjudicatario, en este caso la UTE de Indra, Kapsch y Worldline, se encargará de la gestión de las denuncias automatizadas basadas en medios de videovigilancia, ya sean propios de la DGT o de "otras administraciones".
Así, se encargarán del tratamiento de las imágenes captadas y de los documentos y ficheros de datos necesarios para la "adecuada gestión del procedimiento sancionador", además de la digitalización, grabación e impresión de los documentos.
También realizarán tareas de apoyo a la tramitación del procedimiento sancionador y de auditoría de ingeniería para el diseño, planificación, seguimiento, control y evaluación de las intervenciones y de los medios técnicos de videovigilancia.
Entre las obligaciones contractuales del adjudicatario también se incluye la atención al ciudadano, a las personas jurídicas y a los organismos de la administración por vía telefónica, telemática y postal, así como el tratamiento de los documentos asociados a la atención al ciudadano.
También se encargará del desarrollo y mantenimiento correctivo, evolutivo, perfectivo y de los sistemas de información y medición que se requieran para prestar los servicios mencionados, a lo que se suman "otras tareas de apoyo" a las jefaturas provinciales de tráfico y a los servicios centrales vinculadas con trámites de vehículos, conductores, sanciones o accidentalidad.
El plazo de ejecución del contrato adjudicado a la UTE integrada por Indra, Kapsch y Worldline es de 46 meses, según figura en la documentación publicada.
Kapsch es una empresa austríaca que ofrece soluciones de peaje y movilidad, mientras que la francesa Worldline está especializada en servicios de pago.