Piden a las Administraciones reducir el gasto público, no incrementar la presión fiscal y realizar políticas de fomento del consumo
MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La dificultad en el cobro y la necesidad de financiación son las principales preocupaciones que tienen las pymes de la industria de alimentación y bebidas tras el coronavirus, según se desprende del informe publicado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) de 'Diagnóstico de necesidades de las pymes de la industria de alimentación y bebidas 2020'.
Este informe, elaborado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hace una radiografía de su situación y pone de relieve los retos que soportan este tipo de empresas, que representan el 96% del tejido productivo de la industria de alimentación y bebidas.
Según el estudio, la pandemia ha modificado las principales preocupaciones a las que se enfrentan las pymes de la industria alimentaria, que sitúan la dificultad en el cobro, la necesidad de financiación y el control de costes a la cabeza de las inquietudes de los empresarios.
Así, cuanto menor es el tamaño de las empresas, mayor es su preocupación sobre la dificultad en el cobro. Sin embargo, antes de la pandemia, las principales inquietudes de las pymes eran la competencia, los costes de producción y la política comercial.
Además, del estudio se desprende que todas las pymes del sector se encuentran por debajo de su capacidad productiva interna. De hecho, existe una correlación entre aquellas empresas que tienen un menor tamaño y aquellas que hacen un menor aprovechamiento de los recursos.
"Las pequeñas y medianas empresas suponen el grueso de nuestro tejido productivo y todas ellas tienen margen de crecimiento para aumentar su capacidad productiva interna. Debemos seguir trabajando en políticas que impulsen su competitividad y fomenten su desarrollo, especialmente dirigidas hacia su digitalización, sostenibilidad e internacionalización", ha subrayado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo.
De esta forma, el crecimiento es uno de los principales retos sobre los que trabajan estas pymes. Según el estudio, dos de cada tres pymes están pensando en crecer, sobre todo aquellas que tienen menor dimensión y la mitad de ellas asegura tener ya un plan definido para hacerlo.
En este sentido, las principales palancas de crecimiento para las pymes de la industria de alimentación y bebidas son diversificar el negocio, entrando en sectores nuevos para la empresa; replantear el modelo de negocio de la compañía; o cooperar con proveedores y clientes, generando alianzas estratégicas con ellos.
Otras alternativas como la ejecución de operaciones corporativas o la entrada a fondos de inversión generan poco interés en este tipo de compañías, por el fuerte componente familiar que tienen estas empresas en España.
Además, un 86% de las empresas encuestadas son familiares, de las cuales una cuarta parte ya tienen el relevo preparado para asegurar la supervivencia de las empresas, mientras que un 45% reconocen estar preocupadas por el futuro y la supervivencia de la empresa.
Entre las peticiones que hacen los empresarios responsables de pymes a las administraciones está la necesidad de tener un mayor conocimiento de la realidad empresarial, reducir el gasto público y transformar la Administración para reducir la burocracia y aumentar el fomento de actividad, así como no incrementar la presión fiscal y realizar políticas de fomento del consumo.
Además, consideran esencial desarrollar acciones ante la sociedad civil y la Administración, encaminadas a dar una mayor prestigio a la figura del empresariado de las pymes.
Estas empresas están presentes en todas las comunidades autónomas, por lo que contribuyen de forma decisiva a vertebrar el territorio, frenando la despoblación rural, y a generar riqueza, atrayendo servicios conexos a su actividad.