CÁCERES 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo ROCA de Valencia de Alcántara (Cáceres), han desarticulado una red de distribución ilegal de aceite de oliva, presuntamente fraudulento, tras una "exhaustiva investigación" iniciada el pasado 7 de marzo a raíz de una denuncia presentada en esta localidad.
Los hechos comenzaron con la alerta de una ciudadana tras la compra de varias garrafas de supuesto aceite de oliva, cuyas dudas sobre la autenticidad del producto la llevaron a contactar con la Guardia Civil, al descubrir que el aceite adquirido emitía un olor a aceite industrial y se tornaba transparente al calentarse, lo que levantó sus sospechas acerca de su procedencia.
El Equipo ROCA inició así una investigación para identificar a los vendedores y paralizar, de forma preventiva, la venta y consumo de este aceite. Para ello rastrearon redes sociales, contactaron con almazaras locales y entrevistaron a testigos, obteniendo también una "valiosa información" de los Servicios de Sanidad de Cáceres y Badajoz.
Las primeras pesquisas practicadas revelaron que las garrafas, adquiridas en un mercado de Portugal, habían sido introducidas en España sin los controles sanitarios adecuados y en envases inapropiados para el consumo humano, ha informado en nota de prensa la Guardia Civil.
MODUS OPERANDI
Los presuntos autores compraban las garrafas de aceite en Portugal a un bajo precio, retirando el etiquetado original que reemplazaban con etiquetas falsificadas de una reconocida almazara situada en la comarca de Valencia de Alcántara.
Tras ello, vendían el producto a un precio significativamente inferior al del mercado legítimo, pero muy por encima del precio que ellos habían pagado por las garrafas.
Los agentes lograron localizar la mayor parte del aceite vendido, la mayoría en la localidad pacense de San Vicente de Alcántara y, con la colaboración de personal de la Oficina de Farmacia adscrita al Servicio Extremeño de Salud (SES), se confiscaron las mismas de forma preventiva.
Finalmente, con toda la información obtenida durante la investigación, los agentes identificaron y detuvieron a dos individuos implicados en la supuesta distribución ilegal del aceite.
En total, se han incautado 173 garrafas de aceite, conteniendo un total de 865 litros, que los detenidos vendían a particulares, mediante anuncios en redes sociales, a un precio de 32 euros por unidad.
La Guardia Civil ha instruido diligencias policiales frente a los detenidos por los presuntos delitos de estafa, contra la propiedad industrial y contra la salud pública, que han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, en funciones de Guardia, de Valencia de Alcántara.
Las garrafas intervenidas se encuentran depositadas en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Valencia de Alcántara, a la espera de la decisión de las autoridades competentes.
COMPRA SEGURA DE ACEITE
La Guardia Civil ha aconsejado para una compra segura de aceite verificar las etiquetas y sellos de calidad. Así, al adquirir aceite, el consumidor se debe asegurar de que las etiquetas y los sellos de calidad estén presentes y sean legítimos, ya que esto garantiza que el producto ha pasado por los controles adecuados.
Preferiblemente, el consumidor deber adquirir este producto en establecimientos de confianza como supermercados, tiendas especializadas o directamente en almazaras certificadas.
Asimismo, se debe examinar el envase del aceite para asegurarse de que no haya signos de manipulación o adulteración, como etiquetas mal pegadas o garrafas dañadas.
La Guardia Civil también ha señalado que precios extremadamente bajos pueden ser indicativos de aceite de baja calidad o incluso fraudulentos y ha apuntado que el consumidor debe investigar sobre la procedencia y reputación de la marca antes de comprar aceite. "Las opiniones de otros consumidores y las reseñas en línea pueden ser útiles para tomar una decisión informada", ha aseverado.
Asimismo, si se tienen dudas sobre la autenticidad o calidad del aceite adquirido, el consumidor no debe dudar en contactar a las autoridades competentes, como la Guardia Civil o los servicios de salud locales, para obtener asesoramiento y reportar cualquier irregularidad.