Señala que el cierre del acuerdo con Argentina le permitirá dedicarse "en cuerpo y alma" a la gestión de la compañía
MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha afirmado que el cierre del acuerdo con el Gobierno argentino por la expropiación del 51% YPF le permitirá dedicarse "en cuerpo y alma" a la gestión de la compañía y focalizarse "en el crecimiento orgánico" y, al mismo tiempo, contar con "la posibilidad de crecimientos inorgánicos".
En su discurso en la Junta General de Accionistas de 2014, Brufau aseguró que el acuerdo con Argentina, que permitirá a Repsol percibir con garantías suficientes 5.000 millones de dólares en bonos como compensación por la expropiación, es "equilibrado y "bueno" para ambas partes.
A este respecto, señaló que el objetivo pasa por monetizar los bonos que se recibirán del Estado argentino que, unidos a la participación del 12% que posee todavía en YPF -valorada a precio de mercado en unos 1.400 millones de euros- generarán del orden de unos 6.000 ó 6.500 millones de dólares "para acometer un salto cualitativo".
Así, puso en valor la importancia del acuerdo, tomado desde "la meditación y el estudio", y que ha supuesto una labor "muy dura" de dos años con una actuación canalizada hacia el objetivo de buscar que prevaleciera "el imperio de la ley" y de que la compañía recuperara "lo suyo", sin que un caso como el de YPF escapara "sin pena", ya que hubiera sentado un precedente "muy peligroso".
Brufau defendió que el acuerdo alcanzado con el Gobierno de Cristina Fernández de Kichner era la vía "más efectiva" frente a la de un largo periodo de litigios en los tribunales, ya que "elimina la incertidumbre y crea valor para el accionista".
A este respecto, el presidente de Repsol apuntó que con solo mantener en cartera los bonos que recibirán del Estado argentino, la cuenta de resultados se incrementaría entre 400 ó 500 millones de dólares al año "sin hacer nada" debido a los intereses, aunque subrayó que el objetivo es monetizarlos.