MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Zinkia, José María Castillejo, ha acusado al segundo accionista de la firma, el empresario mexicano Miguel Valladares, de aprovecharse de la debilidad de la productora para lograr su objetivo de hacerse "como sea" con el control de la firma.
"Parece evidente que son más bien intereses personales lo que le lleva a intentar por todos los medios desestabilizar el el futuro de Zinkia y muy probablemente esos intereses no sean los del resto de accionistas", ha señalado Castillejo en una información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, Castillejo, socio fundador de la productora de Pocoyó, controla a través de la sociedad Jomaca 98 el 64,7% del capital social de la compañía. Por su parte, Valladares, con una participación del 11,2%, podría arrebatar el mando a Castillejo y convertirse en primer accionista si ejecuta un crédito que adquirió a Bankia que tenía, entre otras garantías, el 33% de la participación de Castillejo en Zinkia, con lo que alcanzaría más del 40% de la compañía.
Respecto a la compra de este crédito, Castillejo ha denunciado al mexicano de incumplir un acuerdo al que llegó personalmente con él, algo que está en la actualidad en sede judicial, y ha señalado que el préstamo no está vencido, ni es exigible.
El presidente de Zinkia ha explicado que, según declaró el propio Valladares, el préstamo, de un importe superior a 18 millones, lo compró en agosto por 2,9 millones. "Mediante esta operación está intentando adquirir unas acciones a un precio muy inferior al de mercado, sin pasar por el mercado y aprovechando unas circunstancias que no están al alcance del resto de accionistas de Zinkia o de potenciales inversores", ha señalado.
Tras destacar que el negocio y el futuro de Zinkia son "perfectamente viables", Castillejo ha afirmado que un gran número de acreedores de la firma ha dejado claro ya su interés en refinanciar a la compañía, cuya deuda ronda los 11 millones, en "esta situación de cierre completo de financiación". "Lo que Zinkia necesita es renegociar con sus acreedores para poder aplazar la devolución de sus deudas y posteriormente pagarlas sin quitas", ha señalado.
Castillejo ha reconocido que la productora tiene problemas temporales de tesorería, pero ha confiado en que esta situación quedará resuelta en el momento que se obtenga refinanciación o una nueva financiación, en lo que también se está trabajando.
"Mientras todo esto ocurre, un potencial concurso de acreedores en el caso de una empresa y un negocio viable es una protección que la ley ofrece a las empresas y no un camino hacia el cierre", ha destacado.