MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las grandes inmobiliarias cotizadas han recortado un 7,2% su endeudamiento en los nueve primeros meses del año, de forma que a cierre del pasado mes de septiembre sumaban un pasivo de 15.178 millones de euros, frente al de casi 16.400 millones que presentaban al inicio del ejercicio.
Los acuerdos de refinanciación que estas empresas firmaron en los últimos años, la dación en pago de activos inmobiliarios a los bancos y las ventas de otros activos constituyen algunos de los factores que han propiciado el recorte.
Reyal Urbis, actualmente en concurso de acreedores, se sitúa en primera posición entre las inmobiliarias cotizadas más endeudadas, con un pasivo de 3.492 millones de euros, seguida muy de cerca por Colonial, con un pasivo de 3.486 millones que actualmente trata de renegociar, y Martinsa Fadesa (3.094 millones).
De su lado, Realia, inmobiliaria que FCC y Bankia buscan vender, suma un pasivo de 2.182 millones, Testa tiene un deuda de 1.827 millones, Quabit de 936 millones y Renta Corporación, de 160 millones.
Por contra, estas grandes inmobiliarias cotizadas sumaron pérdidas de 1.016 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del año, lo que supone incrementar en un 33,6% los 'números rojos' contabilizados un año antes, según datos de las compañías que recoge Europa Press.
Las provisiones que siguen realizando ante la depreciación de sus activos, los costes financieros y la reducción de ingresos derivada de los activos vendidos contribuyeron a elevar las pérdidas. A ello se suma el hecho de que continúa la coyuntura de caída de venta de viviendas y descenso de los alquileres.
Estos dos últimos factores lastraron la cifra de negocio de las principales compañías del sector, que se contrajo un 41,6%, hasta suponer 641,5 millones de euros.
SÓLO UNA EN 'NÚMEROS NEGROS'.
Colonial lideró los 'números rojos' del sector en este periodo, dado que cerró los nueve primeros meses con una pérdida de 369 millones de euros.
Después se situó Reyal Urbis, con un resultado negativo de 357 millones, y Martinsa Fadesa, que perdió 322,8 millones más de dos años después de superar el concurso.
Asimismo, Quabit registró una pérdida de 23,8 millones, Realia de 17,3 millones y Renta Corporación de 5,6 millones de euros. Testa, filial de patrimonio del grupo Sacyr Vallehermoso, es de nuevo la única inmobiliaria cotizada que se salvó de los 'números rojos' al cerrar el periodo con un beneficio de 79,7 millones.