SANTIAGO, 6 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
La empresa estadounidense General Motors (GM) anunció el cierre de su planta ensambladora de vehículos ubicada en la ciudad de Arica, en el extremo norte de Chile, tras 34 años de operaciones, que hará efectiva el próximo mes de julio.
El cierre de la planta, la única de su tipo en Chile, dejará sin empleo a los 360 empleados de la compañía, mientras que otras 600 personas perderán también sus fuentes de ingresos ya que tenían una relación laboral indirecta con la empresa.
Como argumentos, la empresa esgrimió la "falta de competitividad" que, a su juicio, existe en este país sudamericano y la pérdida de uno de sus principales clientes en Latinoamérica, Venezuela.
En estas instalaciones, establecidas a 2.000 kilómetros de Santiago, la empresa fabricaba 800 camionetas mensuales, de las cuales el 50 por ciento eran comercializadas en el mercado interno y la otra mitad iba directamente a Perú, Ecuador y Venezuela. No obstante, por decisión del Gobierno de Hugo Chávez, este último país dejó de comprar automóviles ensamblados en el extranjero.
La directora gerente de GM Chile, Julie Beamer, explicó que las condiciones para fabricar vehículos en Chile "no son sustentables".
"Chile no ofrece condiciones estructurales favorables a la manufactura de vehículos de manera competitiva", dijo un comunicado de la transnacional, que, sin embargo, reconoció que "las políticas de libre mercado han resultado en beneficios significativos para la economía y los consumidores chilenos".