MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Prisa ha llegado a un acuerdo con el conjunto de sus acreedores para extender el vencimiento de su actual deuda financiera --cifrada en unos 3.000 millones de euros--, conseguir una nueva línea de crédito de los fondos de inversión y evitar tener que vender activos "a la baja", "presionados por el oportunismo de algunos", según ha indicado el presidente ejecutivo del grupo, Juan Luis Cebrián, durante la celebración de la Junta General Extraordinaria de Accionista.
Los nuevos acuerdos, que incluyen tanto a los 28 bancos acreedores como a los 17 fondos de inversión que compraron parte de la deuda de la compañía, permiten al grupo "seguir trabajando para reducir el volumen de deuda con un horizonte temporal más flexibles y más opciones para hacerlo posible", según ha indicado el consejero delegado de Prisa, Fernando Abril-Martorell, que ha indicado que la negociación ha sido "difícil" y se ha extendido hasta la semana pasada.
El pacto, que ha sido aprobado por los accionistas del grupo, incluye "una cantidad sustancial de nueva liquidez" para hacer frente a las necesidades a medio plazo, la extensión de los vencimientos de la deuda "consiguiendo suficiente tiempo para que los activos recuperen su valor y potencial de generación de caja y flexibilidad en el proceso de reducción de deuda y de venta de activos en cuanto a tiempo y en cuanto a valoración".
Concretamente, la financiación se estructura en tres tramos: el primero que comprende el dinero nuevo provisto por los fondos, 353 millones de euros, con vencimiento a dos años pero que permite un año adicional de extensión, con una comisión que podrá ser pagada entregando 'warrants' equivalentes al 17% de las acciones A de Prisa.
Los otros dos tramos, a cargo de los bancos acreedores de Prisa, serán de 647 millones de euros con vencimiento a 5 años y con un interés en efectivo de Euribor de más de 260 puntos básicos, y un tercer tramo de 2.278 millones de euros a seis años, con un interés en efectivo de 10 puntos básicos y un interés PIK del 2,50%.
Según ha resaltado el consejero delegado de la compañía, ninguno de estos métodos obliga a la venta de ningún activo en particular, ni en un momento determinado ni con una determinada valoración, "sino que permiten a la compañía asegurarse que toma las decisiones correctas y más favorables con flexibilidad temporal". El acuerdo impone estrictas limitaciones a la compañía en cuanto a endeudamiento adicional, adquisiciones, inversiones y necesidad de garantías
Abril-Martorell ha afirmado que el acuerdo abre una "nueva etapa" en la que no habrá la presión financiera que el grupo lleva "soportando prácticamente desde 2008", año en que la deuda alcanzó su punto máximo en 5.500 millones de euros.
POSIBLE VENTA DE CANAL+
En cuanto a la posible venta de Canal+, el directivo ha señalado que en los próximos trimestres la compañía continuará promoviendo procesos de "desinversión de activos considerados no estratégicos, de forma particular en lo que se refiere a los activos audiovisuales", aunque siempre que las ofertas estén "en los rangos de valoración que estimemos adecuados". "En caso contrario, no tendremos la necesidad ni la obligación de destruir valor con operaciones de venta apresuradas", ha advertido.
En esta misma línea, Cebrián ha indicado que el cumplimiento de las nuevas condiciones implica la venta de "activos relevantes", pero en "un plazo suficiente y realista que ha de facilitar que dichas disposiciones no se hagan con precipitación, ni presionados a la baja en los precios por el oportunismo de algunos licitantes".