MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Federación Estatal de Comercio, Hostelería-Turismo y Juego de la Unión General de Trabajadores (UGT) ha formalizado ante el Ministerio Fiscal una denuncia contra 'fondos buitres' y entidades financieras que adquirieron la cartera de deuda de Codere por malas prácticas en esta operación, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, la denuncia se presenta contra los fondos de inversión Canyon Capital Finance, GSO-Special Situations Fund y su matriz Blackstone, así como a las entidades financieras Credit Suisse, BBVA, Barclays Capital y Houston Casuality Company.
En su denuncia, el sindicato señala que algunos de estos fondos que compraron la deuda senior "suscribieron también (no sabemos si incluso con anterioridad a la compra de la deuda senior) unos seguros para cubrir cualquier incumplimiento de Codere (los llamados CDS o credit default swaps), tras lo cual, habrían forzado un incumplimiento 'artificial' con la intención de cobrar dichos seguros", por lo que técnicamente "provocaron un 'impago artificial para activar los CDS".
Asimismo, considera que estos fondos están "aprovechándose de la situación de debilidad financiera" de la compañía, accediendo al control de las mismas "a través de maniobras fraudulentas e imponiendo claúsulas leoninas a sus propietarios, detrayendo y revendiendo sus activos, en ocasiones sin compensación alguna, y no teniendo el más mínimo interés por la continuidad de dichas empresas, la generación de producto y el mantenimiento de sus puestos de trabajo".
En el hecho relevante remitido a la CNMV, Codere subraya que "queda a disposición de las autoridades competentes en la materia a las que prestará la colaboración que le pudiera ser requerida".
El grupo de juego privado vio cómo este jueves se agotaba el plazo que tenía para la extensión de su crédito senior sin haber podido alcanzar un acuerdo con al menos la mitad de sus bonistas, condición que era necesaria para que la ejecución de la prórroga.
En su oferta a la compañía, los bonistas, que poseen la mayor parte de dos emisiones de 760 millones de euros y 300 millones de dólares del grupo, ofrecían una inyección de capital a cambio de pasar a poseer una participación mayoritaria en el capital del grupo de juego privado.
El pasado 21 de enero, el grupo de juego privado informó de que contaba con "viabilidad futura" en la medida en que "ha generado y se prevé que siga generando flujos de efectivo positivos de sus actividades en los próximos años".
VIABILIDAD FUTURA, EN PELIGRO.
No obstante, la firma no descartaba el escenario de entrar en un concurso de acreedores en caso de que no llegara a un acuerdo con sus acreedores en el plazo establecido por la ley, de un máximo de cuatro meses.
Asimismo, insistía en que su "viabilidad futura dependerá de la conclusión de un acuerdo de reestructuración de su deuda financiera con los tenedores de bonos".
El grupo de juego privado tiene como principal accionista a la familia Martínez Sampedro, que controla más del 63% de su capital. A cierre del pasado mes de septiembre, la deuda de Codere superaba los 1.200 millones de euros.