MADRID, 7 Sep. (EDIZIONES) -
Los emprendedores en España tienen un perfil definido. Se trata de hombres de 36 años, con estudios de ingeniería (36%) o de Ciencias Sociales (35%) y que en la mayoría de los casos ya se han aventurado más veces en la creación de una startup.
De hecho, según el Mapa del Emprendimiento South Summit 2017, el 82% de las personas que se deciden por emprender son hombres, una cifra que ha bajado ligeramente este año en comparación con el pasado 2016, cuando los hombres copaban el 83% del total de las personas que decidían emprender frente a un 17% de mujeres.
El porcentaje de mujeres en el sector del emprendimiento no ha variado apenas desde 2014, cuando suponían el 19% del total de los emprendedores en el país, una cifra que descendió hasta el 17% en 2015 y 2016 para volver a subir este 2017 hasta representar el 18% de los nuevos empresarios en España, una cifra exactamente igual a la del cómputo de la Unión Europea.
Otra de las principales características de los emprendedores es la formación universitaria. Según el estudio, el 96% de los encuestados tiene formación superior y de ellos, el 36% tiene titulación de ingeniero y el 35% títulos relacionados con las Ciencias Sociales. El 3% restante, cuenta con educación secundaria o de formación profesional.
SE EMPRENDE MÁS DE UNA VEZ
Casi la mitad de los emprendedores encuestados, el 48%, es recurrente. Es decir, que ha arrancado su propio proyecto en más de una ocasión. De hecho, el 25% del total ha lanzado 2 o más startups y el 4% ha creado más de 4 proyectos.
En España, el mayor número de emprendedores se encuentra en el rango de edad de entre 24 y 35 años (40%), seguido de los nuevos empresarios de entre 35 y 44 años (37%). Estas cifras son similares a las europeas, en las que el primer grupo supone el 42% del total y el segundo el 35%.
En cuanto a sectores de emprendimiento, los emprendedores mayores de 45 años tienden apostar por proyectos relacionados con el 'business and productivity' o el transporte, mientras que los menores de 30 años se decantan por la moda y el turismo.
En cuanto al número de fundadores en estas startups, la media está en 2,5 y solo 1 de cada 5 son mujeres, aunque según apunta el estudio, a los 3 años un 21% de los socios fundadores abandona su compañía.
La creación de startups ha conllevado también la generación de empleo. En España, 2 de cada 10 startups cuentan con un equipo de entre 5 y 10 personas y un 9% tiene entre 10 y 20 empleados, un 2% más que en 2016.
SE EMPRENDE POR VOCACIÓN
Otra de las características de los emprendedores en España es su situación laboral antes de dar el salto hacia sus propios proyectos. Solo un 1,5% de los encuestados estaba en situación de desempleo antes de lanzar su startup. De hecho, el 57% de los emprendedores estaba empleado, el 30% estaba trabajando en su propia startup y el 10% era estudiante.
En Europa las cifras no varían mucho; el 54% eran empleados, el 29% emprendedores y el 13% estaba estudiando antes de arrancar su propio negocio.
LAS STARTUPS LIDERADAS POR MUJERES FRACASAN MENOS
La mujer es una de asignatura pendiente en toda Europa. Pese a ello, los datos confirman que las startups lideradas por mujeres fallan menos. Solo 3 de cada 10 fracasaron en el último año frente al 58% de los proyectos fundados por hombres.
En general, los proyectos de los emprendedores europeos han fallado menos que en 2016, siendo el porcentaje de fracaso del 50% frente al 54% del nivel global.
Se incrementa en 2017 también la madurez y el desarrollo de las iniciativas españolas: un 9% tiene entre 3 y 5 años, el doble que en 2016 y un 2% más que en Europa. Enfrente se encuentra el 19% del total, que ya ha alcanzado el nivel de desarrollo 'growth', una cifra dos puntos porcentuales superior a la de 2016.
LA FINANCIACIÓN, EL PRINCIPAL RETO
La financiación sigue siendo uno de los principales retos para los emprendedores. En el 57% de los casos, los que deciden arrancar un proyecto recurre principalmente a recursos propios, el 24% lo hace con recursos de amigos y familiares y el 15% a fondos privados.
Solo el 2% de los emprendedores recurre a fórmulas de financiación alternativas como el crowdfunding.