MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La energía se encarecerá y tendrá un efecto negativo en el crecimiento mundial y la inflación a raíz del debate sobre el uso de la energía nuclear que ha surgido tras las catástrofes naturales en Japón, según un análisis de mercado de Banca March.
Las explosiones producidas en la central nuclear de Fukushima tras el terremoto y el maremoto que asolaron Japón el pasado 11 de marzo han alimentado un debate sobre la energía nuclear que supondrá "una ralentización en la construcción de centrales y una inversión en seguridad de las existentes", explica.
"En su conjunto va a implicar un aumento del coste de la energía con un efecto negativo en el crecimiento mundial y en la inflación", dice Banca March, si bien apunta a que a largo plazo la reconstrucción mejorará la actividad económica del país.
La firma indica que la incertidumbre del movimiento sísmico sobre el crecimiento económico del planeta ha provocado una bajada del precio del petróleo, pero advierte de que la demanda de crudo por parte de Japón aumentará como consecuencia de las centrales nucleares afectadas.
En este sentido, apunta a que las empresas beneficiadas van a ser las de petróleo y gas y, sobre todo, las de energías renovables, ya que las eléctricas buscarán un 'mix' más diversificado, lo que las obligará a invertir más en energías más caras.
Por otro lado, destaca que las empresas más afectadas a escala mundial serán las compañías de seguros y reaseguro, ya que en Japón está extendida la cultura del seguro, aunque también las compañías relacionadas con la construcción de centrales o fabricación de combustible nuclear.
Banca March advierte de que se puede producir una repatriación de capitales, porque tanto el sector público como el privado tienen unas fuertes reservas en divisa extranjera, lo que provocaría una apreciación del yen.
Sin embargo, considera que el Banco de Japón contrarrestará dicha apreciación del yen mediante la emisión de moneda, a lo que se sumarán inyecciones de liquidez en el sistema si se producen tensiones en el interbancario.
Aunque aún no se han cuantificado las pérdidas provocadas por el terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter y el maremoto, el movimiento sísmico ha sido más fuerte que el que asoló a Kobe en 1995 y que costó 9,6 billones de yenes, el 2% del PIB de Japón, destaca March.