BRUSELAS, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Economía de la zona euro discutirán hoy las condiciones del rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros que preparan para España. Los requisitos se aplicarán no sólo a las entidades que reciban ayudas, que podrían llegar a ser liquidadas, sino al conjunto del sistema financiero con exigencias más estrictas en materia de regulación y supervisión.
El Eurogrupo espera que el ministro de Economía, Luis de Guindos, presente la solicitud formal de ayuda este mismo jueves, una vez que se conozcan los resultados de las auditorías independientes realizadas por las firmas Oliver Wyman y Roland Berger.
La petición de España desencadenará un procedimiento cuya primera fase es el envío de una misión de la Comisión -coordinada con el Banco Central Europeo, la Autoridad Bancaria y el Fondo Monetario Internacional- que realizará una nueva evaluación de las necesidades de la banca y preparará el memorando con las condiciones. Éstas deben ser pactadas por el Eurogrupo con España antes de que se desbloquee la ayuda.
Además de los requisitos del crédito, los países de la eurozona tienen que examinar las condiciones en materia de tipos de interés, que podrían estar entre el 3% y el 4%, y plazos de devolución, cuestiones que según la Comisión todavía no se han abordado.
El Eurogrupo discutirá también este jueves si el rescate se financiará con el vigente Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o con el Mecanismo de Estabilidad Financiera (MEDE), el fondo permanente que debe empezar a funcionar en julio. La mayoría de Estados miembros, entre ellos Alemania o Países Bajos, defiende la segunda opción.
Pero el MEDE tiene estatus de acreedor preferente, lo que significa que sería el primero en cobrar en caso de reestructuración de la deuda española, relegando a los inversores privados. Ello preocupa a los analistas, que temen que esta subordinación acentúe la huida de la deuda española. El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dado a entender que la ayuda podría venir primero del FEEF y que el MEDE tomaría el relevo cuando empiece a funcionar.
Los países de la eurozona han descartado que el fondo de rescate preste directamente a la banca española alegando que las normas actuales sólo permiten vehicular los créditos a través de los Estados. Tanto España como la Comisión defendían esta recapitalización directa para que el rescate no compute como deuda pública.
El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, ha dicho que el Eurogrupo debe buscar un sistema para evitar "la contaminación entre la deuda financiera y la deuda pública". A su juicio, ese es el motivo de que el rescate haya sido mal recibido por los mercados. Sin embargo, el Eurogrupo considera que el problema es la falta de claridad sobre los balances de la banca española y sostiene que una vez se conozca la realidad se calmarán las tensiones.
Los países de la eurozona todavía no cuentan con un borrador de condiciones del rescate, según fuentes europeas, pero insisten en que la condicionalidad será "estricta". Las entidades que reciban ayudas deberán presentar un plan de reestructuración que reduzca su tamaño para compensar las distorsiones de competencia. Y los bancos problemáticos que no sean sistémicos podrían ser liquidados.
El rescate no incluye nuevas condiciones de política económica. Sin embargo, si España incumple las recomendaciones que le hace la UE en el marco del procedimiento por déficit excesivo, entre ellas retrasar la edad de jubilación o suprimir la deducción por vivienda, el Eurogrupo podría decidir en cualquier momento interrumpir la ayuda.
REVISIÓN DEL PROGRAMA DE AJUSTE GRIEGO.
Además del rescate bancario a España, los ministros de Economía de la eurozona lanzarán las negociaciones con el recién formado Gobierno de coalición griego para adaptar el plan de ajuste que se exige a Atenas a cambio del segundo rescate.
Los cambios son imprescindibles porque debido a la celebración de elecciones ha habido "retrasos significativos" en la puesta en marcha de las reformas comprometidas. "Se puede cambiar, si no sería estúpido, siempre es necesario adaptarlo", ha explicado un alto funcionario del Eurogrupo. Estas adaptaciones, ha proseguido, ya se han hecho anteriormente con el programa griego y también con los de Portugal o Irlanda.
Sin embargo, la renegociación no significa que el Eurogrupo vaya a aceptar dar más tiempo a Grecia para corregir su déficit, tal y como pide el nuevo Gobierno. Las fuentes consultadas prevén que varios Estados miembros se opongan a esta idea, tal y como ya ha anunciado la canciller alemana, Angela Merkel.
(EUROPA PRESS ECONOMIA)