BRUSELAS, 21 Feb. (EUROPA PRESS) - Los ministros de Economía de la eurozona han aprobado, tras 13 horas de negociaciones, un segundo rescate de 130.000 millones de euros para Grecia con el fin de evitar así la quiebra del país y su salida de la eurozona. El segundo rescate "dará a Grecia el tiempo necesario para seguir una senda creíble de consolidación fiscal y reformas estructurales y permitirá su retorno al crecimiento sostenible y al empleo, al tiempo que preservará la estabilidad financiera en Grecia y en la eurozona en su conjunto", ha dicho el presidente luxemburgués, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión. El compromiso ha sido posible después de que la banca haya cedido a las presiones de la UE y haya aceptado asumir más pérdidas sobre los bonos helenos en su balance, de hasta el 53,5 por ciento del valor nominal en lugar del 50 por ciento que se había pactado inicialmente. Ello significa que el sector privado perdonará a Grecia alrededor de 106.000 millones de euros. La quita real pasa así del 70 por ciento al 75 por ciento, según los cálculos de los analistas. Los acreedores privados han cedido tras las amenazas de Alemania y Países Bajos de una quiebra total de Grecia. Atenas lanzará "en los próximos días" la oferta de canje de bonos para materializar esta quita y el Eurogrupo espera "una tasa de participación muy alta". Los nuevos bonos tendrán un interés del 2 por ciento hasta 2014, 3 por ciento entre 2015 y 2020 y 4,3 por ciento después. El aumento de la contribución del sector privado al segundo rescate de Atenas permitirá cubrir la brecha de financiación que faltaba para lograr el objetivo de reducir la deuda helena del 160 por ciento actual al 120,5 por ciento en 2020, tal y como habían pedido los líderes europeos. Esto "reducirá sustancialmente la carga de la deuda de Grecia", ha destacado el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Además, el Eurogrupo rebajará los tipos de interés que cobra a Grecia por el primer rescate de 110.000 millones de euros aprobado en hasta dejarlos en un margen de 1,5 puntos, frente a 2 puntos en la actualidad. El Banco Central Europeo (BCE) colabora con el rescate renunciando a los beneficios de los alrededor de 50.000 millones de euros en deuda griega en su balance, ya que los distribuirá entre los Estados miembros, que a su vez los repercutirán en Grecia. También los bancos centrales de la eurozona harán llegar a Grecia cualquier posible beneficio en su cartera de bonos helenos. Para poder beneficiarse del nuevo plan de ayuda, Grecia acepta ceder soberanía a la UE en materia presupuestaria. Así, el dinero del rescate se ingresarán en una cuenta bloqueada para garantizar que se destinen de forma prioritaria al pago de la deuda. Y Atenas se compromete a inscribir en la Constitución el principio de dar prioridad al servicio de la deuda, como ha hecho España, según ha destacado Juncker. Además, habrá una presencia "permanente" de la UE y del FMI en Atenas para supervisar que se apliquen las reformas. "En Grecia, subestimamos los desafíos derivados de la débil capacidad administrativa y la débil unidad política. Ahora hacemos frente a ambos retos: la débil capacidad administrativa, reforzando nuestra asistencia técnica y presencia permanente sobre el terreno junto con los Estados miembros y el FMI; y la cuestión de la unidad política, con el compromiso de los principales partidos de la coalición", ha explicado Rehn. Además, el Gobierno de Atenas deberá poner en práctica una serie de "medidas previas" previstas en su plan de ajuste antes de que acabe el mes de febrero. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha expresado su satisfacción por el acuerdo, pero no ha aclarado si la contribución del Fondo al segundo rescate griego será del 30 por ciento como hasta ahora o menor como se ha especulado. La decisión se adoptará durante la segunda semana de marzo. Te puede interesar...