MADRID 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Petrobras Roberto Castello Branco ha reconocido en una conversación privada con el expresidente del Banco de Brasil Rubem Novaes que en su teléfono móvil corporativo contaba con mensajes que podrían incriminar al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Castello Branco y Novaes mantuvieron, en vísperas de una reunión de la directiva de Petrobras para nombrar un nuevo dirigente, un intercambio de mensajes de texto que han sido revelados este lunes por el portal brasileño Metrópoles y recogido más tarde por el diario 'O Globo'.
En dichos mensajes, el expresidente de Petrobras afirmaba que, con su salida del cargo, entregó al "intacto" organismo su teléfono móvil corporativo, que contenía mensajes y audios que podrían incriminar a Bolsonaro, si bien no ha especificado de qué delitos se trataría.
Durante su conversación, Novaes acusaba a Castello Branco de querer perjudicar al mandatario, a lo que el exdirigente de Petrobras aseguró que si no lo hizo "no fue, ni es, por falta de oportunidad" pues cada vez que se da alguna crisis en el seno del organismo, recibe invitaciones de los medios de comunicación para abordar el caso.
"Cada vez que produce una crisis, con pérdidas de miles de millones de dólares para sus accionistas (de Petrobras), los medios de comunicación me invitan insistentemente a dar mi opinión. No acepto el 90 por ciento de ellas (las invitaciones) y, cuando hablo, trato de evitar ataques", defendía el exdirigente de la empresa petrolera.
Cuestionados por estas informaciones, tanto Novaes como Castello Branco han asegurado que no comentarán nada al respecto. El exgobernador del Banco de Brasil ha defendido que las declaraciones de uno y otro se dan en el marco de una conversación entre amigos, mientras que el exdirigente de Petrobras ha señalado que sus palabras se dieron en un grupo privado del que alguien ha filtrado el contenido.
Castello Branco fue despedido de Petrobras ante el descontento de Bolsonaro con la política de precios de la empresa. La misma razón llevó a Bolsonaro a destituir a los expresidentes de la empresa estatal Joaquim Silva e Luna y, más recientemente, a José Mauro Ferreira Coelho.