MADRID 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La facturación derivada de la prestación de servicios de externalización se situó en 2.600 millones de euros en 2022, con un incremento interanual del 6,1%, cinco puntos por debajo del crecimiento en 2021, según el Observatorio Sectorial de DBK.
Desde DBK explican que tras los efectos de la pandemia, que paralizaron o retrasaron la toma de decisiones de externalización de procesos de negocio, el sector recuperó el dinamismo de años anteriores.
El mercado mantuvo un comportamiento positivo, favorecido por la buena coyuntura económica, el aumento de la subcontratación de determinados servicios y el proceso de innovación tecnológica.
CONSULTORÍA/TI CONCENTRA LA MITAD DEL MERCADO
Concretamente, las compañías de consultoría/TI facturaron por servicios de externalización 1.435 millones de euros, un 6,3% más que en 2021. Este sector controla el 55% del mercado.
Por su parte, las firmas de auditoría y asesoría fiscal/legal concentraron alrededor del 7% del valor del mercado, habiendo alcanzado en 2022 una cifra de 180 millones de euros de facturación.
En cuanto a las empresas dedicadas a la gestión de 'call centers', registraron un volumen de negocio de 455 millones de euros, considerando solo la actividad no vinculada a servicios de voz.
La prestación de servicios de externalización a clientes ubicados en España generó unos ingresos de 2.070 millones de euros, un 5,6% por encima de la registrada el año anterior.
En cambio, según los datos que maneja DBK, el negocio proveniente de clientes en el extranjero mostró un mayor dinamismo, al crecer un 8,2%, hasta los 530 millones de euros.
PREVISIONES PARA 2023
Las previsiones de DBK para el cierre de 2023 apuntan a un aumento de la facturación en el sector de alrededor del 5%.
Con el crecimiento del negocio y el proceso de digitalización han aumentado los competidores en el mercado. Sin embargo, la oferta cada vez tiende más a la concentración, reforzada por las operaciones de compra y absorción entre empresas del sector, según ha informado DBK.
De hecho, las diez primeras firmas del mercado contaban en 2022 con una cuota de mercado conjunta del 55%, casi tres puntos por encima de la cifra de 2020.