MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
FCC descarta que este ejercicio 2015 pueda recuperar el pago de dividendo, el principal reto del grupo, cuya consecución está vinculada a lograr recortar sus 5.000 millones de euros de deuda, el objetivo actualmente prioritario para la compañía de construcción y servicios, según informó su consejero delegado, Juan Béjar.
El reto del grupo pasa por recortar este pasivo, equivalente a 6,2 veces su beneficio bruto de explotación (Ebitda), hasta un ratio de menos de cuatro veces, esto es, hasta el entorno de los 3.200 millones.
El consejero delegado indicó que una vez que se logre este objetivo FCC "se planteará el gran reto de recuperar el pago de dividendo a sus accionistas", que está suspendido desde 2013, cuando lanzó el plan de saneamiento que culminó el pasado año.
El primer ejecutivo de la compañía no fijó un horizonte temporal para lograr esta reducción, pero descartó la posibilidad de volver a retribuir a los accionistas con un pago a cuenta de los resultados de 2015.
En cuanto a la reducción d la deuda, FCC destinará a este fin los recursos que obtenga con las dos ventas pendientes de cerrar del plan de desinversiones que puso en marcha en 2013, la de la concesionaria Globalvía y la de la filial mobiliario urbano Cemusa, además del flujo de caja que genera la empresa.
En paralelo, la compañía negocia con sus bancos para rebajar el gasto financiero que le genera esta deuda, que tiene un coste medio de 5,2% y el pasado año supuso 352 millones de euros, la mayor partida de los costes de estructura de la empresa.
"Este es el actual campo de batalla nuclear" del grupo tras el proceso de "refundación" que abordó el pasado año, remarcó Béjar en su intervención ante la junta general de accionistas de FCC, en referencia a ampliación de capital con la que el grupo se recapitalizó y Carlos Slim se convirtió en su primer accionista.
INVERSIÓN EN CRECIMIENTO.
No obstante, el primer ejecutivo de la compañía destacó que la reducción de pasivo de 2.200 millones de euros que la compañía ya ha logrado acometer en los dos últimos años (2012-2014) gracias a su plan de ajuste, ha permitido que la empresa pueda invertir en su crecimiento entorno a unos 400 millones de euros al año y emprender una nueva etapa de crecimiento.
En virtud de la nueva estrategia de negocio de la empresa, el grueso de esta inversión se destinará a los negocios de servicios medioambientales y agua, que actualmente aportan el 75% del Ebitda del grupo, con el fin de reforzar su expansión en mercados internacionales. Latinoamérica, Oriente Medio, el centro de Europa y Reino Unido figuran como los mercados estratégicos.
La política para el tradicional negocio constructor del grupo pasa también por la internacionalización y por centrarse en la consecución de grandes proyectos con "rentabilidad garantizada", tal como muestran algunos de los logrados recientemente, como son el metro de Lima, el de Panamá o el de Riad. En el caso de este último, Béjar avanzó que tendrá un "impacto extraordinario" en la facturación del grupo en los próximos años.
En este sentido, FCC logró el 'visto bueno' de su junta para abordar proyectos junto a las empresas de su actual primer accionista. La asamblea dio su aprobación a que el nuevo socio mexicano realicen actividades similares a las del grupo, que estima que ello puede generar "oportunidades de negocio, sobre todo en Latinoamérica".
De esta forma, la compañía compensará la caída que aún espera para 2015 en la actividad constructora en España, "por la aún escasa licitación de obra", y reforzará su internacionalización, con la que ya logra del exterior el 44% de sus ingresos.
El consejero delegado de FCC avanzó que el grupo realizará un esfuerzo en comunicar todos estos cambios y medidas al mercado con la confianza que tengan reflejo en la cotización de la empresa en Bolsa, que acumula un descenso anual del 20,4%.