Habría que llevar la edad de jubilación a 70 años y el periodo de cómputo a 35 años
MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) estima que si se lleva al máximo la reforma del sistema de pensiones elevando aún más la edad de jubilación, ampliando el periodo de cómputo y modificando la tasa de sustitución se podría reducir el gasto en 7,07 puntos de PIB en el año 2051, frente al ahorro de casi 2,87 puntos que supone la última reforma.
Así consta en un informe sobre las pensiones de Fedea recogido por Europa Press, donde la fundación explica que para conseguir este ahorro habría que elevar la edad legal a los 70 años, ampliar el periodo de cálculo a 35 años y aumentar a 40 el número de años para alcanzar el 100% de la base reguladora.
Fedea argumenta que incrementar la edad de jubilación permite adaptar el ciclo vital de los individuos a la nueva realidad que supone el incremento de la esperanza de vida, al tiempo amplía la etapa laboral (mejorando los ingresos con más cotizaciones) y reduce la etapa de jubilación (conteniendo también el gasto en pensiones).
De la misma forma, asegura que extender el periodo de cálculo de la prestación permite conseguir mayor proporcionalidad, al mejorar la relación entre las cotizaciones realizadas al sistema y la pensión recibida.
La reforma del sistema aprobada por el Ejecutivo socialista, que entrará en vigor en 2013, prevé el retraso de la edad de jubilación a los 67 años de forma progresiva y a los 63 años en el caso de las jubilaciones anticipadas.
Esta reforma, según los cálculos de Fedea, reducirá el gasto del sistema en 1,4 puntos en el año 2051, aunque también elevará los ingresos en 0,2 puntos y retrasará así cuatro años la entrada en déficit. En cambio, si la edad de jubilación se elevara a los 70 años y la de la jubilación anticipada a 66 años, el ahorro del gasto se elevaría a 3,5 puntos de PIB.
Por otro lado, Fedea recuerda que la reforma que sacó adelante el anterior Gobierno con apoyo de los agentes sociales extendía a 25 años el periodo de cálculo de la pensión, lo que supondrá un ahorro de 1,2 puntos en 2051, aunque la contención del gasto podría situarse en 2,6 puntos si la variable se extendiera a los 35 años.
Además, la reforma del PSOE amplía el número de años cotizados para obtener el 100% de la pensión de la base reguladora, pasando de 35 años a 37 años, y modifica toda la escala haciéndola proporcional desde el mínimo existente (50% de la pensión con 15 años cotizados). Este sistema puede proporcionar un ahorro anual medio de 0,2 puntos, mientras que la idea de Fedea podría suponer un ahorro de casi un punto de PIB en 2051.
Fedea asegura que los cambios implementados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero suponen una de las reformas que más elementos paramétricos ha cambiado de forma conjunta: edad de jubilación, periodo de cálculo y tasa de sustitución. Aún así, solo aportará un ahorro de 2,87 puntos de PIB en 2051, frente al ahorro de 7,07 puntos si se lleva máximo en la forma que plantea Fedea.
LA REFORMA DEL PSOE VA EN LA BUENA DIRECCIÓN
Con todo, la fundación asegura que la reforma del sistema de pensiones era "absolutamente necesaria" no por la crisis económica, sino por la crisis demográfica. Además, cree que es muy positivo que se alcanzara en el seno del diálogo social.
"La reforma orienta nuestro sistema de pensiones en la buena dirección y sienta las bases de lo que los expertos consideran la reforma definitiva", indica Fedea en el informe, donde pide que se deje de pensar en el sistema de pensiones como un mecanismo de sustitución de rentas y se empiece a ver como un mecanismo de seguro al riesgo de la longevidad.
LAS OPCIONES DEL GOBIERNO
Las ideas que plantea Fedea coinciden casi en el tiempo con una comparecencia de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en la que puso de manifiesto la intención del Gobierno de seguir reformando el sistema de pensiones en el futuro.
Así y una vez aprobados los cambios en el sistema financiero y el mercado laboral, la próxima gran reforma del Ejecutivo podría ser la del sistema de pensiones, aunque el Gobierno ha dejado clara su intención de devolver esta materia al Pacto de Toledo de modo que sea el propio Congreso el que pacte cualquier modificación.
De todas formas, Báñez sí planteó las líneas generales sobre las que quiere trabajar el Ejecutivo: aproximar la edad real de jubilación a la edad legal, limitar las prejubilaciones a circunstancias excepcionales, compatibilizar el cobro de una pensión y la continuación en el mercado laboral y promover pensiones más proporcionales a las cotizaciones realizadas a lo largo de la vida laboral.