BRUSELAS, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno y actual presidente del grupo de reflexión sobre el futuro de la UE, Felipe González, dijo hoy que la Unión debería hablar con una "sola voz" en las cumbres del G-20 para reformar el sistema financiero internacional en lugar de enviar cada vez a más países para representar la postura comunitaria.
En las dos últimas cumbres del G-20 celebradas en Washington en noviembre de 2008 y en Londres el pasado mes de abril, la UE estuvo representada, además de por los miembros europeos del G-8 (Reino Unido, Alemania, Italia y Francia), por España y Países Bajos, que pidieron una invitación, y también por República Checa en tanto que presidencia.
En un discurso pronunciado durante el 'Foro Económico de Bruselas 2009', González dijo que, pese a que España "ha dado la pela por estar en el G-20", él no se alegra de que cada vez más países de la UE estén en el G-20. "Tendríamos mucha más fuerza en el G-20 si hubiera una sola voz hablando de la UE", explicó.
"No me consuela que haya 7 en lugar de 3, y menos me consolaría que hubiera 20 de los 27 o los 27. Simplemente me parece ineficiente que no tengamos posiciones comunes para desafíos tan importantes como la reforma del sistema financiero", dijo.
González afirmó también que, a su juicio, las medidas de estímulo adoptadas por la UE para hacer frente a la recesión "van a resultar insuficientes". "Creo que hubiera sido más inteligente una respuesta más audaz en coordinación con la irrupción de (el nuevo presidente estadounidense, Barack) Obama en el escenario internacional en las últimas reuniones del G-20", dijo el ex presidente del Gobierno.
"Pero creo que la respuesta también ha sido excesivamente nacional y muy poco comunitaria", afirmó. A su juicio, ello se debe a que la Comisión Europea, que debería actuar como "motor" del proceso de integración, "hace ya muchos años que está con dificultades".
"Como europeísta, me produce una cierta irritación que algunos dirigentes políticos nacionales se quejen de la Comisión porque no tenga iniciativa y que al mismo tiempo impidan a la Comisión que tenga iniciativas", afirmó.
DULCE DECADENCIA
A juicio de González, la crisis lo que ha hecho es "aflorar dramáticamente los problemas que se vienen incubando desde hace muchos años en la UE". "Con toda su gravedad, la crisis es una oportunidad para que Europa se mire en el espejo y haga una autocrítica (...) para tomar decisiones. Si no, pagaremos cara la crisis y no servirá para nada", señaló.
En este sentido, el presidente del grupo de reflexión dijo que la crisis es una "buena oportunidad" para que Europa revise "esta situación en la que se encuentra de dulce decadencia" y deje de perder relevancia a nivel internacional.
Para lograrlo, González reclamó un nuevo pacto social para mejorar la competitividad de la economía europea y al mismo tiempo mantener la cohesión social. En su opinión, la estrategia de Lisboa, que pretendía convertir a la UE en la economía basada en el conocimiento más dinámica del mundo, no ha tenido éxito y debe ser revisada.
"Uno de los grandes problemas de Europa es la rigidez corporativa con que se mueven las élites dirigentes europeas, una rigidez que protege los intereses establecidos y no favorece la iniciativa con riesgo", afirmó.
También reclamó una auténtica política energética común en la UE para reforzar la seguridad de suministro y luchar contra el cambio climático. "Tiene que haber 350 millones de europeos que sienten frío cuando a 10-15 millones les cortan el gas por incumplimiento de contrato. Si no, no habrá verdadera Unión Europea", dijo.