MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Ferrovial se estrenará este viernes en la Bolsa de Ámsterdam a un precio de 28,92 euros por acción, lo que supone una zona de máximos históricos para la compañía, tras revalorizarse un 10,1% desde que anunciase su intención de trasladar su sede a Países Bajos.
Se trata del precio al que cerraron este jueves las acciones, una jornada histórica para la compañía, ya que supone el último día en el que sus títulos cotizaron como empresa española, tras hacerlo durante más de 24 años, desde 1999, por ese entonces en pesetas.
A pesar de la polémica suscitada, la compañía ha recibido el espaldarazo de sus inversores, que no solo aprobaron la operación en la junta de accionistas casi al completo, sino que han empujado su cotización a máximos históricos.
Estos se alcanzaron el pasado 22 de mayo, cuando la acción costaba 29,74 euros. Su anterior máximo se alcanzó justo antes del estallido de la pandemia, el 19 de febrero de 2020, cuando cerraron en 29,39 euros.
La crisis del Covid-19 arrastró a la compañía hasta el nivel de los 17 euros, aunque se fue reponiendo poco a poco a medida que se levantaron las restricciones y avanzaba positivamente la economía mundial, y en concreto la española.
Cuando a finales de febrero comunicó la operación que este viernes concluirá definitivamente, sus acciones cotizaban en 26,26 euros, por lo que desde ese momento la revalorización alcanza ya el 10% y la empresa prevé que el precio siga subiendo con su estreno en Ámsterdam y, posteriormente, en Estados Unidos antes de que acabe el año.
Con la fusión, efectiva a las 00.00 horas de este viernes, la matriz española Ferrovial se fusionará con la filial neerlandesa y surgirá una nueva sociedad con sede en Países Bajos llamada Ferrovial SE, que también cotizará en España, continuando en el Ibex 35 a partir de este viernes.
El único fleco pendiente ahora, al margen de la admisión en la bolsa estadounidense, es la posible factura fiscal que la fusión le podría acarrear y de la que el Gobierno de España ya le advirtió, delegando la última palabra en la Agencia Tributaria.
Si Hacienda encuentra motivos económicos a este traslado, extenderá una exención fiscal que el Impuesto de Sociedades baraja para estos casos. Si no, Ferrovial tendrá una factura más que pagar, al margen de los 20 millones de euros que le ha costado todo este proceso.