Afirma que conoce a Pérez-Dolset de media docena de eventos sociales y que nunca atendió a sus peticiones de inversión
MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El magnate ruso Mikhaíl Fridman ha negado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón haber tenido capacidad decisoria alguna en el Amsterdam Trade Bank y en Vimpelcom (actual Veon), empresas a las que se atribuye la situación de asfixia de la española ZedWorldwide hasta acabar en concurso de acreedores. Fiscalía Anticorrupción no ha solicitado la imposición de medidas cautelares.
Fridman ha comparecido durante en torno a tres horas y ha respondido tanto a su defensa como a la Fiscalía Anticorrupción investigado por la presunta comisión de delitos de insolvencia punible, corrupción privada entre personas jurídicas, maquinación para alterar el precio de las cosas y administración desleal por el 'raider' o asalto que se sospecha habrían perpetrado ATM y Vimpelcom hasta hacer posible la compra de Zed por un "precio irrisorio".
Durante su declaración, ha apelado, por un lado, a que la española no tenía trascendencia habida cuenta del ingente volumen de facturación de Vimpelcom y, por otro, a que su papel no era decisorio en ninguna de las dos mercantiles: De ATM es accionista minoritario a través del Alfa Bank que preside y en la tecnológica es accionista indirecto relevante pero ostenta la presidencia del Consejo de Supervisión, un órgano no ejecutivo.
A preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, ha explicado que no tuvo ninguna participación en la insolvencia de Zed y la ha atribuido a la mala gestión de sus administradores y en particular, del que fuese CEO, también investigado en la causa, Javier Pérez-Dolset. Según ha dicho, solo le conocía de coincidir en eventos sociales y nunca trataron asuntos relacionados con la tecnológica, según informan fuentes jurídicas.
En la misma línea, ha asegurado que Pérez-Dolset le insistió para que LetterOne, el fondo de inversión que preside Fridman, entrara en Zed, pero nunca aceptó ni tuvo interés en acometer aquella inversión. De este modo, niega haber conocido, liderado, dado instrucciones o participado en un plan de asedio ilegal para hacerse con la tecnológica, según explican en fuentes de su defensa.
EN LIBERTAD SIN CAUTELARES
También ha negado tener relación con otros querellados por este asunto y ha negado que Vague Engibaryan, socio ruso de Zed investigado como parte del 'asalto' a la española, fuese su mano derecha, si bien ha reconocido que les unía amistad.
Según ha afirmado, en 2013 fue contactado por Alexander Kolokoltsev -hijo del ministro del Interior de Rusia--, quien le dijo que Engibaryan se estaba aprovechando de su relación con él para hacer negocios y ganar dinero a través de otras mercantiles y en concreto, de Vstrecha y Tema, empresa con la que Zed suscribió contratos de agregación de contenidos para móviles.
Conforme ha apuntado, se preocupó por el impacto que esto le podía suponer a nivel personal y en la propia actividad de Vimpelcom, así que decidió avisar al consejero delegado de esta filial rusa, Anton Kudryashov, quien le remitió un par de memorandos sobre el análisis y la revisión que VimpelCom Rusia y Zed llevaron a cabo, pero no tuvo ninguna participación en el seguimiento de este asunto.
Kudryashov sería cesado después en una decisión que avaló el Consejo de Supervisión de VEON que él presidía y que estaba compuesto entonces por 11 personas de las que cinco eran independientes y el resto, de LetterOne y la noruega Telenor. Fridman ha negado que esta decisión tuviese nada que ver con la investigación interna sobre Engibaryan.
Tras escuchar su declaración, que se ha desarrollado con traducción con intérprete, Anticorrupción no ha solicitado la adopción de medidas cautelares para Fridman, que no obstante, sigue investigado en la causa.