MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), ha lanzado una nueva convocatoria de subvenciones dotada de 97,5 millones de euros para el impulso de la economía circular en el sector del textil, de la moda y la confección y del calzado.
En concreto, la convocatoria permitirá financiar las mejores iniciativas seleccionadas, con importes que van desde los 100.000 euros hasta diez millones por proyecto y entidad beneficiaria. El plazo de presentación de candidaturas se extenderá hasta el 10 de junio y está previsto que la convocatoria se resuelva a finales de 2024. MITECO señala que todos los proyectos seleccionados deberán concluir como máximo el 30 de junio de 2027.
Además, la convocatoria incluye la adquisición de herramientas digitales para disminuir la generación de residuos pre y post-consumo, fomentar la fabricación personalizada por encargo, mejorar la eficiencia de los procesos industriales y reducir la huella de carbono, hídrica y de materiales de este sector.
Así, las actuaciones que pueden optar a esta convocatoria son aquellas que reduzcan el consumo de materias primas vírgenes en este sector, que disminuyan la generación de residuos y/o mejoren la gestión de los mismos contribuyendo de forma sustancial a la transición hacia una economía circular en una de las siguientes categorías: investigación y desarrollo para el ecodiseño; digitalización para innovar en materia de procesos y organización; incremento del nivel de protección medioambiental de la entidad beneficiaria receptora de la ayuda; y/o mejora de la gestión de residuos procedentes de terceros.
Esta convocatoria se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU. Tal y como explica MITECO, esta convocatoria busca alinearse con la Estrategia europea para la circularidad y sostenibilidad de los productos textiles, así como con la Estrategia Española de Economía Circular para reducir la presencia de sustancias peligrosas en los tejidos, evitar la liberación de microplásticos, propiciar la durabilidad de los tejidos, o fomentar la reutilización y el reciclaje en ciclos cerrados, promoviendo modelos circulares.