MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Globalvía pretende incrementar su posición en el accionariado de Itínere, una de las mayores concesionarias de autopistas de España, del 40% actual a más del 90%, toda vez que ha instado en varios procedimientos judiciales su derecho de preferencia a hacerse con esas otras acciones de la compañía.
La firma presidida por Juan Béjar, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha abierto un procedimiento ante un juzgado de Bilbao en el que pide que se le reconozca su derecho de primera opción a hacerse con una participación equivalente al 37% del capital de Itínere.
Este porcentaje se sumaría al 15,5% que otro accionista le tendrá que trasmitir tras una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y al 40% que ya ostenta. En total, estas tres participaciones sumarían un peso de entre el 91% y el 93% en el capital de Itínere, dependiendo de una serie de instrumentos convertibles con vencimiento en diferentes fechas.
Las razones de Globalvía para incrementar su control en Itínere, que gestiona varias autopistas en Galicia, País Vasco o Navarra, entre otras regiones, se remontan a hace más de tres años, cuando acordó con Sacyr, Kutxabank y Abanca la compra del 55% de la compañía.
Sin embargo, Sacyr, invocando un pacto de accionistas anterior a ese acuerdo, decidió vender su 15,5% al fondo estadounidense Corsair. Ahora, según informan a Europa Press en fuentes del mercado, el TSJM ha ratificado unos laudos anteriores que dejaban sin efecto ese pacto previo, obligando a Corsair a retornar a Globalvía ese 15,5% y cumpliendo así con el acuerdo que le daba el 55%.
PAPEL DE APG
Por otra parte, además de Corsair y Globalvía, hay un tercer accionista, el fondo holandés APG, que actualmente controla en torno al 49% de Itínere y que se sumó a la causa del primero para evitar que la compañía española de infraestructuras se hiciese con su control.
En este sentido, aludiendo al mismo acuerdo de accionistas que ahora el TSJM ha confirmado que no tenía efectos, ambos fondos, el holandés y el estadounidense, se trasmitieron el 36% de Itínere a través de un sociedad vehicular (Arecibo) en la que Globalvía mantiene el 16% que le compró a Kutxabank.
Por eso, Globalvía ha pedido a un juzgado de Bilbao que se retrotraiga esa compraventa y así poder ejercer su derecho de primera opción, al ser Globalvía el otro accionista de Arecibo, según lo recogen sus estatutos.
En cualquier caso, ahora se abre un nuevo periodo judicial en el que se tomará como antecedente la terminación de ese pacto de accionistas previo para resolver todas las disputas que todavía siguen su curso y que le podría dar a Globalvía hasta el 93% del capital de la concesionaria.