MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ha recordado que la propia OCDE recomienda la amnistía fiscal en países con especiales dificultades económicas y ha subrayado que Felipe González la aplicó en dos ocasiones, una en 1984 y otra en 1991, según fuentes gubernamentales.
La medida ha despertado críticas en las filas del PSOE, que ha acusado al Ejecutivo de Mariano Rajoy de "regalar" una amnistía fiscal a las grandes fortunas. "El Gobierno recorta en educación, en I+D y amnistía para los defraudadores", ha comentado la secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez.
También han rechazado esta propuesta los inspectores de Hacienda, que califican la medida de "injusta", al tiempo que han recordado que el propio Partido Popular consideraba "impresentable, injusta y antisocial" la amnistía fiscal.
Desde el Gobierno se hace hincapié en que no es la primera vez que la amnistía fiscal se aplica en España. Así, con Miguel Boyer al frente de Economía y Hacienda en 1984 se puso en marcha una amnistía permitiendo la adquisición de pagarés del Tesoro. En 1991 Carlos Solchaga planteó canjear pagarés del Tesoro por una especie de deuda pública especial, con un tipo de interés inferior al de mercado.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha explicado que con esta medida espera recaudar 2.500 millones de euros. La amnistía fija un gravamen especial del 8% o el 10%, quedando exonerado cualquier penalización o sanción.
MUCHOS PAÍSES HAN APLICADO AMNISTÍAS
Fuentes gubernamentales subrayan que esta medida se ha aplicado en muchos países de nuestro entorno, como Alemania en 2003, en Portugal en 2010 o en Italia en 2009. De hecho recuerdan que el Gobierno de Silvio Berlusconi recaudó alrededor de cinco mil millones, si bien en ese país la amnistía se vinculó a la compra de deuda pública, algo que no se ha planteado en España.
Igualmente, las mismas fuentes señalan que fuera de la UE otros países como Estados Unidos, Argentina o México pusieron en marcha amnistías fiscales en términos parecidos a la que ahora se va a poner en marcha en España.
Montoro ha insistido en que se trata de una medida "excepcional y extraordinaria" para afrontar la importante caída de la recaudación de los ingresos. "La idea me podrá gustar más o menos, pero tengo que hacerla porque en el país hay que ingresar sin subir los impuestos indirectos, que perjudicarían la economía. Son medidas difíciles para tiempos difíciles y si se consigue recaudar más, será positivo para todos", ha manifestado.