MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno Felipe González opinó este jueves que debería haber un solo tipo de contrato indefinido y que los contratos temporales deberían ser "causales" más que tener un límite exacto. Además, advirtió de que "no hay que confundir al personal" con la congelación de las pensiones diciendo que es por el ajuste presupuestario cuando, en realidad, las pensiones las paga la Seguridad Social, que tiene su propia 'caja'.
En declaraciones a los periodistas, González pidió una reforma laboral "comprensible" y abogó por una "simplificación" de los contratos, de manera que haya un solo contrato indefinido, aunque sin retroactividad. Junto a éste, añadió, el contrato temporal tiene que ser "causal".
"Si yo contrato a una persona para que me haga una obra o un servicio durante tres años y hay esa causalidad, ¿por qué el límite va a ser dos años o 10 meses?, no tiene sentido", manifestó.
DESCENTRALIZAR LA NEGOCIACIÓN
Además, se mostró partidario de "descentralizar la negociación" porque "cuando se hace una negociación salarial sectorial a algunas empresas les viene muy bien y a otras las arruina". "Son problemas de sentido común, eso y algunas otras cosas", afirmó González.
Asimismo, reconoció que a él le hubiese gustado que la reforma laboral se hubiera enfocado "al revés", empezando por hablar de cuál es el nivel de productividad por hora y de los elementos de competitividad que le faltan a España y a partir de ahí "deducir qué sistema de relaciones laborales" se necesita.
El ex mandatario se expresó así en declaraciones a los periodistas después de presentar el libro 'La Unión Europea ante los grandes retos del siglo XXI', elaborado por la Fundación Alternativas como aportación al grupo de reflexión sobre el futuro de la UE que presidió el propio González.
Durante el acto, afirmó también que con el PP "no se puede dialogar" sobre la reforma laboral "porque no se sabe con qué no está de acuerdo". "Dicen que no están de acuerdo con que se abarate el despido, ni con eso ni con nada", ironizó.
En su intervención, se ratificó en su tesis de que el Gobierno debería explicar mejor las cosas y, en concreto, cómo ha pasado España de tener superávit presupuestario a tener un 11 por ciento de déficit. Eso, dijo, se explica "en cuatro partidas" y si se hiciera "afloraría el ridículo" de los que dicen que el Ejecutivo lo hace "todo mal".
"TENEMOS QUE DECIR LA VERDAD"
Y, en esa línea, reclamó al Gobierno "no confundir al personal" con la congelación de las pensiones. Sin cuestionar esta medida, advirtió de que no se puede achacar la medida al ajuste presupuestario para reducir el déficit, porque las pensiones las paga la Seguridad Social y no el presupuesto, y de que "si se confunde" las decisiones no se aceptan.
"Tenemos que decir la verdad y la verdad es que no es por el ajuste presupuestario por lo que hay que hacer algo para que dentro de 25 años la caja de las pensiones no reviente", apuntó.
González estuvo de acuerdo en que hay que reformar el sistema de pensiones porque no será sostenible cuando haya una persona dependiente por cada dos activas y opinó que debe poder retrasarse la edad de jubilación "voluntariamente". "Nos tienen que dejar a los viejos que decidamos si queremos seguir trabajando", argumentó.
Y además, subrayó que será necesario incorporar más mujeres al mercado laboral, también para que tengan más hijos. En este punto, criticó el 'cheque-bebé' de 2.500 euros que el Gobierno suprimirá en enero --"ahora que ha desaparecido puedo decirlo", admitió--: "Con 2.500 euros no conozco a ninguna mujer que decida tener un hijo", aseveró, reclamando, en su lugar, buenas guarderías.
ABORDAR LA INMIGRACIÓN
Otra tarea pendiente para los europeos, detalló, es abordar "en serio" la política de inmigración, siendo conscientes de que los inmigrantes están ayudando a pagar las pensiones pero sin caer en la "barra libre".
A su juicio, los flujos migratorios "sin control" puede generar conflictos con la población local con la que los inmigrantes tienen que compartir los servicios sociales.
González dijo ver también un "riesgo moral" del Estado del bienestar porque se "abusa" de él y pidió que se examinen las cifras de absentismo, por ejemplo, entre los varones cuando hay un "partido interesante del mundial". Y eso que, en su opinión, hay causas aún menos justificables que un partido de fútbol para faltar al trabajo.
LA IZQUIERDA TIENE QUE "DAR LA CARA"
En todo caso, avisó de que la izquierda debe plantearse cómo financiar el Estado del bienestar "y dar la cara" y que no sirve decir que uno quiere hacer cosas pero que no hay dinero. Es más, dejó claro que afrontar ese reto es menos preocupante que la tesis de los conservadores de desmantelar y "privatizar" el Estado del bienestar.
Por otro lado, el ex presidente opinó que la UE en su conjunto debería seguir con las políticas de estímulo de la demanda antes de acometer un ajuste fiscal, tal como va a hacer Estados Unidos. González dejó claro que España no puede hacerlo porque no tiene margen --admitió que se ha convertido en el "peor alumno" del Pacto de Estabilidad de la UE-- pero lamentó que la Unión no utilice el Banco Europeo de Inversiones para incentivar la demanda.
Es más, apuntó en concreto a Alemania por hacer un ajuste fiscal sin necesitarlo, en lugar de estimular la demanda europea y defendió su derecho a criticar a la canciller Angela Merkel. Con su antecesor Helmut Kohl, ilustró, se caminaba hacia una "Alemania europea" y ahora se va más bien a una "Europa alemana".
DISCREPA DE LÓPEZ GARRIDO
En este sentido, dejó clara su discrepancia con el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, que minutos antes había defendido que los planes de ajuste fiscal "forman parte ya de la salida de la crisis". Eso no se ha demostrado, replicó González, admitiendo cierto temor a que la salida de la crisis no sea en forma de 'V', sino de 'L', y que no se vea "el final de la 'L'".
En la misma línea, reclamó un retorno de "la política con mayúsculas" y advirtió de que ya se está "incubando la siguiente crisis" porque el mercado, una vez 'rescatado' por los poderes públicos, les está pidiendo que se aparten de nuevo.
El ex dirigente socialista sostuvo que la UE lleva ya mucho retraso en la tarea de acometer las reformas necesarias para competir con los países emergentes en el siglo XXI --por eso la crisis financiera ha impactado más aquí-- y recordó que el diagnóstico de que el euro no sería posible si no había además una coordinación de políticas económicas ya se hizo a finales de los noventa. Para el secretario de Estado, esta "ausencia de poder político" ha puesto en riesgo y "deteriorado" el modelo social europeo.
"DESPISTE ABSOLUTO" DEL PP
De este modo, confió en que den frutos los últimos pasos del Consejo Europeo den frutos para mejorar la gobernanza económica y criticó el "despiste absoluto" del PP por calificar a España de "protectorado" por cumplir las normas europeas. López Garrido había hablado de "falta de alfabetización europea muy notable".
González apostó también por una política energética y advirtió de que sólo será posible combatir realmente el cambio climático con una tasa sobre las emisiones de carbono, y dirigió también una crítica a Greenpeace por su "anuencia o no aparición" en el vertido de BP en el Golfo de México.
El ex presidente no valoró el semestre de presidencia española de la UE y dijo que ya se verá, porque ha sido el primero de convivencia con las nuevas figuras permanentes. Según López Garrido, durante este semestre la necesidad de ir respondiendo la crisis ha ido dando forma a la nueva arquitectura institucional.