MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El gigante de las búsquedas en internet Google ha llegado a un acuerdo para resolver la demanda que reclamaba a la compañía una compensación de 5.000 millones de dólares (4.505 millones de euros) por rastrear los datos de navegación de los usuarios cuando estos empleaban el llamado 'modo incógnito'.
La jueza de distrito Yvonne González Rogers, que ya había rechazado en verano la petición de la multinacional de desestimar el caso, decidió este jueves suspender el juicio que iba a celebrarse el 5 de febrero de 2024, después de que Google y el bufete de abogados Boies Schiller Flexner, quien interpuso la demanda en 2020, llegasen a un acuerdo preliminar.
"Los demandantes y Google acordaron una serie de términos vinculantes que resolverían los reclamos en este litigio, pendiente de la aprobación del Tribunal", han comunicado las partes, que están preparando un acuerdo de conciliación final y definitivo.
De este modo, las partes prevén ejecutar dicho acuerdo de conciliación dentro de los 30 días siguientes al registro y luego presentarlo para la aprobación del Tribunal en los 30 días posteriores, "es decir, dentro de los 60 días siguientes a este registro", según rcoge el documento.
"Para evitar el desperdicio innecesario de recursos judiciales y permitir que las partes concentren sus esfuerzos enteramente en finalizar el acuerdo, las partes solicitan conjunta y respetuosamente que la Corte suspenda este litigio en su totalidad y anule la fecha del juicio", concluyen.
En su demanda de 2020, los denunciantes alegaron que Google podía rastrear su actividad incluso cuando configuraban el 'modo incógnito' del navegador Chrome de Google, por lo que reclamaban a la multinacional una compensación de al menos 5.000 dólares en daños y perjuicios por cada usuario.
En el mes de diciembre, Google ha tenido que afrontar varias decisiones judiciales contrarias a sus intereses como la del jurado federal que determinó que la compañía de Mountain View infringió las reglas antimonopolio a través de las prácticas implementadas en su tienda de aplicaciones Play Store, perjudicando así los intereses de desarrolladores como Epic Games, propietario de 'Fortnite'.
Asimismo, días después, Google aceptó pagar 700 millones de dólares (631 millones de euros) y modificar las políticas de Google Play para zanjar una demanda interpuesta contra el gigante de las búsquedas por numerosos estados de Estados Unidos y los consumidores afectados por las prácticas anticompetitivas de su tienda de aplicaciones Play Store en dispositivos Android.