MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Google deberá levantar desde el próximo mes de noviembre en Estados Unidos y durante un periodo de tres años las restricciones a la competencia en su plataforma Google Play, incluyendo la acción de tiendas de aplicaciones de Android de terceros, según ha ordenado un tribunal estadounidense a la multinacional, que ha anunciado su intención de apelar la sentencia.
El veredicto, emitido por el juez James Donato en relación con la demanda de Epic, responsable de Fortnite, ordena a Google que, a partir del próximo 1 de noviembre y durante un plazo de tres años, elimine una serie de restricciones en su tienda de aplicaciones en relación con los pagos e ingresos en la app y las posibilidades de actuación de los desarrolladores de aplicaciones.
De tal modo, Google permitirá que las tiendas de aplicaciones de Android de terceros accedan al catálogo de aplicaciones de Google Play Store para que puedan ofrecer las aplicaciones de Play Store a los usuarios y, en el caso de aplicaciones que no están disponibles de forma independiente a través de la tienda de aplicaciones de Android de terceros, Google permitirá a los usuarios completar la descarga de la aplicación a través de Google Play Store en los mismos términos que cualquier otra descarga que se realice directamente.
Asimismo, hasta el 1 de noviembre de 2027, Google no podrá prohibir a un desarrollador comunicarse con los usuarios sobre la disponibilidad o el precio de una aplicación fuera de Google Play Store, y no podrá prohibir a un desarrollador proporcionar un enlace para descargar la aplicación fuera de Google Play Store.
El juez ha ordenado también al gigante de Mountain View que, durante un periodo de tres años, no podrá condicionar un pago, una participación en los ingresos ni el acceso a ningún producto o servicio de Google a un acuerdo por parte de un desarrollador de aplicaciones "para lanzar una aplicación primero o exclusivamente en Google Play Store".
Durante este periodo de tres años, Google no podrá establecer acuerdos para compartir los ingresos generados por Google Play Store con ninguna persona o entidad que distribuya aplicaciones de Android o haya declarado que lanzará o esté considerando lanzar una plataforma o tienda de distribución de aplicaciones de Android.
Tras conocer la decisión del tribunal, Google ha anunciado su intención de apelar el veredicto, al considera que "pasó por alto lo obvio: Apple y Android claramente compiten".
"Apelaremos y pediremos a los tribunales que detengan la implementación de las soluciones para mantener una experiencia consistente y segura para los usuarios y desarrolladores a medida que avanza el proceso legal", ha indicado Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de la compañía.
En opinión de la multinacional estos cambios pondrían en riesgo la privacidad y la seguridad de los consumidores, dificultarían que los desarrolladores promocionen sus aplicaciones y reducirían la competencia en los dispositivos.
En última instancia, advierte de que, si bien estos cambios presumiblemente satisfacen a Epic, causarán una serie de consecuencias no deseadas que dañarán a los consumidores, desarrolladores y fabricantes de dispositivos estadounidenses.