MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Energéticas como Iberdrola, la italiana Enel o la portuguesa EDP se han unido a fabricantes de bombas de calor, productores de energía solar y ONGs medioambientales para pedir a la Unión Europea (UE) acelerar la eliminación de las calderas de combustibles fósiles en el actual contexto de crisis energética.
Según los estudios de las organizaciones que apoyan el llamamiento, esta medida ahorraría el 8% de las importaciones de gas de la UE y evitaría un aumento a largo plazo de los precios de la factura energética.
En concreto, los 27 organizaciones firmantes han remitido una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al vicepresidente ejecutivo, Frans Timmermans, exigiendo esta medida y la generalización de las tecnologías de calefacción de origen renovable, como las bombas de calor, las tecnologías solares y la calefacción urbana.
Junto a Iberdrola, Enel y EDP, también han firmado la misiva otras compañías como Schneider Electric u ONGs como Environmental Coalition on Standards (ECOS), entre otras.
El pasado mes de mayo, la Comisión Europea ya anunció que intentaría poner fin a la venta de calderas de combustibles fósiles 'autónomas' para 2029. Los planes se incluyeron en la comunicación de la UE Save Energy, que forma parte del plan REPowerEU.
FIJARSE UNA FECHA MÁS CERCANA.
Por ello, los firmantes afirman que la eliminación progresiva de las calderas de combustibles fósiles debería fijarse para una fecha más cercana.
El año pasado, un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advertía de la necesidad de acabar con la instalación de nuevas calderas de combustibles fósiles en todo el mundo a partir de 2025.
Asimismo, un estudio del ko-Institut estima que la eliminación progresiva de la calefacción de combustibles fósiles mediante el ecodiseño para 2025 podría suponer una reducción masiva de 320 teravatios hora (TWh) en el consumo de gas en la calefacción residencial, lo que corresponde al 8% de las importaciones totales de gas de la UE en 2020, y un ahorro total de emisiones de gases de efecto invernadero de 75 millones de toneladas de CO2 equivalentes para 2030.
El director global de Smart Solutions de Iberdrola, Luis Buil, destacó que las bombas de calor ofrecen ya un rendimiento energético hasta cinco veces superior que las calderas de gas, y son una pieza clave en la descarbonización de la calefacción de los edificios y en la disminución del consumo de combustibles fósiles, permitiendo además ahorrar energía de manera directa por parte del consumidor".
SE PUEDEN ALCANZAR LOS 60 MILLONES DE BOMBAS DE CALOR EN 10 AÑOS.
A este respecto, indicó que si se proporcionan los apoyos adecuados para acelerar su implantación generalizada, se estima que el número de bombas de calor puede multiplicarse por cuatro en la Unión Europea en apenas 10 años, hasta alcanzar los 60 millones de unidades.
"De ahí la importancia de que se siga incentivando su instalación y también de maximizar la asignación de los fondos europeos de recuperación, dado que un despliegue masivo de bombas de calor, además de ser una pieza clave en nuestros compromisos europeos de descarbonización, supone una enorme oportunidad industrial y de empleo para fabricantes, instaladores, y otros agentes de la cadena de valor", dijo.
Los firmantes destacan los ejemplos de países que ya lideran la transición. Así, a partir de 2024, todos los nuevos aparatos de calefacción instalados en Alemania, el mayor mercado de Europa, tendrán que funcionar con una elevada proporción de energías renovables, lo que supondrá la prohibición de las calderas autónomas de combustible fósil y el fomento de la utilización de bombas de calor.
Por su parte, en los Países Bajos, los edificios deberán instalar bombas de calor cuando sustituyan sus sistemas de calefacción o conectarse a sistemas de calefacción urbana a partir de 2026. Otros países, como Francia, están siguiendo pasos similares.