MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Inbisa facturó 100 millones de euros en 2022, lo que representa un alza del 5% respecto al año anterior, gracias a la entrega de 235 viviendas en dos promociones de Madrid y a una cartera de 1.000 viviendas en diferentes zonas del territorio nacional, de las que 500 están en construcción.
A pesar del escenario económico actual negativo, al que se unen los problemas específicos del sector inmobiliario como la falta de suministro de materiales y el alza de los tipos de interés, la promotora destaca las inversiones que realizó a lo largo del ejercicio en nuevos suelos y los ritmos de comercialización de sus promociones.
De cara a 2023, la compañía espera un ligero ajuste en el mercado residencial de obra nueva, aunque limitado a los primeros meses del año, ya que constata que sigue existiendo una alta demanda y una baja oferta que no llega a suplir las necesidades de los nuevos compradores.
"Nuestro objetivo es seguir analizando nuevas oportunidades de suelos finalistas para el desarrollo de promociones de vivienda colectiva, de primera residencia, con unos volúmenes de venta superiores a los 20 millones de euros por promoción y abiertos a la posibilidad de colaborar con pequeños inversores para la adquisición de estos suelos o a través de permutas", asegura su director general, Manuel Balcells.
Así, su meta para el próximo año es añadir entre 500 y 600 nuevas viviendas a su cartera, lo que supondrá alcanzar los 150 millones de euros en volumen de ventas. Además, a lo largo de 2023 entregará cerca de 200 viviendas repartidas en tres promociones en Navarra y Palma de Mallorca.
Respecto a su negocio en el sector logístico, la promotora es más prudente debido a la actual coyuntura económica, si bien cerró en 2022 la compra de tres suelos logísticos en Sevilla y Toledo y espera cerrar este año más acuerdos con inversores que le permitan el desarrollo de los suelos adquiridos y la búsqueda de nuevas oportunidades en el este sector, para el desarrollo de proyectos 'cross docking' (sin almacenaje) y de última milla.
En otros segmentos de negocio como el área de oficinas y comercial, la promotora continuará con su política de desinversión de patrimonio no estratégico.