MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
La compañía de reparto de comida a domicilio Just Eat Takeaway cerró 2021 con unas pérdidas de 1.044 millones de euros, lo que supone multiplicar por siete los 'números rojos' de 151 millones que contabilizó en el conjunto de 2020, según ha informado este miércoles.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado fue negativo en 350 millones de euros, frente al dato positivo de 363 millones de euros de 2020.
El consejero delegado de la empresa, Jitse Groen, ha subrayado que las pérdidas registraron su pico en el primer semestre de 2021 y que la empresa está "progresando rápidamente hacia la rentabilidad".
Los ingresos entre enero y diciembre fueron de 4.495 millones de euros, más del doble que en el año anterior. Los ingresos por reparto de pedidos se elevaron un 118%, hasta 4.314 millones de euros, mientras que los ingresos complementarios se multiplicaron por 2,7, hasta 181 millones.
Los costes de reparto se multiplicaron por 3,6, hasta 2.531 millones de euros, mientras que el coste de procesamiento de pedidos se duplicó, hasta 406 millones de euros. A su vez, los gastos de personal también se elevaron más del doble, hasta 890 millones de euros, al tiempo que el resto de gastos operativos avanzó un 77,7%, hasta 1.164 millones.
La plataforma cerró 2021 con 99 millones de clientes activos, un 9%, de los cuales son clientes habituales el 67%, un punto porcentual más. Asimismo, en el conjunto del año contabilizó 1.086 millones de pedidos, un 33% más, con un ticket medio de 25,94 euros.