Dice que las "irregularidades contables" ocurrieron bajo la supervisión del antiguo equipo directivo
MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Letterone, sociedad controlada Mikhail Fridman, propietaria de casi el 70% de Dia, considera que las acusaciones en relación a la investigación abierta sobre si el inversor ruso habría provocado la caída de las acciones de la cadena de supermercados para hacerse posteriormente con la compañía son "totalmente falsas y difamatorias".
"La realidad es que Dia ha sufrido una mala gestión y se han revelado irregularidades contables que han impactado negativamente a todos los accionistas, incluido Letterone. Esta mala gestión y las irregularidades contables ocurrieron antes de que Letterone adquiriera el control de Dia, bajo la supervisión de la antigua junta directiva y el antiguo equipo directivo", han indicado a Europa Press en fuentes cercanas a la sociedad.
El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha acordado las primeras diligencias de investigación en relación con la compra de Dia por parte del magnate ruso y la sociedad LetterOne Investments Holdings, una vez que el Tribunal Supremo determinó que era el órgano judicial competente para la instrucción.
En concreto, el alto tribunal acordó que debe ser el Juzgado Central de Instrucción número 4 el que investigue si Fridman generó situaciones de bloqueo y de tensión que habrían provocado que las acciones en Bolsa de Dia cayeran para poder adquirir la cadena de supermercados posteriormente, causando así un perjuicio a todos los accionistas y "a la economía nacional".
"Esta alegación sobre Dia parece reflejar una serie de acusaciones falsas ya hechas por Javier Pérez Dolset sobre Zed", han indicado las mismas funtes, que han precisado que Letterone ha perdido "más que cualquier otro inversor" en la cadena de supermercados.
A pesar de ello, desde Letterone continúan confiando en su propuesta de inversión original y en sus habilidades para transformar Dia, compañía a la que la sociedad controlada por Fridman ha apoyado con un compromiso de inversión de 1.600 millones de euros para proteger puestos de trabajo y proveedores, mantener abiertas las tiendas y rescatar la cadena de supermercados.
En este sentido, las mismas funtes han resaltado que la transformación del negocio de Dia llevará tiempo, pero "será beneficioso a largo plazo para la economía española".