BRUSELAS, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete respaldaron este jueves la creación de una tasa bancaria para que las entidades contribuyan a financiar los costes de futuras crisis, incluso aunque no se logre un acuerdo a nivel internacional en el G-20 que se celebrará la semana que viene en Toronto.
"El Consejo Europeo acuerda que los Estados miembros deben introducir sistemas de tasas e impuestos sobre las instituciones financieras para garantizar un reparto de la carga justo y para crear incentivos para contener el riesgo sistémico", señalan las conclusiones aprobadas en la cumbre.
"Esto contribuirá a un reparto más justo de los costes de una crisis financiera y a una mayor estabilidad del sistema financiero", explicó el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo también que esta tasa servirá para "garantizar la estabilidad".
Para el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la tasa sobre los bancos alimentará un fondo destinado a "garantizar a contribuyentes y ahorradores" que lo que ha pasado con el sistema financiero "no volverá a pasar más".
No obstante, los líderes admiten que persisten los desacuerdos sobre las características que debe tener esta tasa y piden que continúen "urgentemente" los trabajos para diseñarla, teniendo en cuenta la necesidad de respetar la igualdad de trato y analizando el "impacto acumulativo" de las diferentes regulaciones sobre los bancos. La Comisión tiene previsto presentar propuestas en otoño.
Los Estados miembros están divididos sobre si esta tasa debe gravar activos o beneficios y sobre si debe destinarse al presupuesto, como quiere Reino Unido, o a crear un fondo para liquidar bancos quebrados, como defiende la Comisión.
La canciller alemana, Angela Merkel, resaltó que la UE preferiría que esta tasa "fuera global para que la competitividad fuera la misma a nivel mundial". Pero el presidente del Consejo Europeo dejó claro que "si no hay consenso en el G-20 (donde por ejemplo Canadá se opone a la tasa bancaria), nosotros seguiremos adelante".
Los Veintisiete acordaron además defender en el G-20 la introducción de una nueva tasa sobre las transacciones financieras, inspirada en la Tasa Tobin.
Los jefes de Estado y de Gobierno reclamaron además que se concluya un acuerdo con la Eurocámara sobre la norma para regular los 'hedge funds' antes del verano y que se apruebe "rápidamente" la reforma del sistema europeo de supervisión para que pueda entrar en vigor en 2011. Esta reforma está bloqueada porque Reino Unido no acepta dar nuevos poderes a los reguladores europeos como quiere el Parlamento. También pidieron a Bruselas que acelere sus propuestas para facilitar la prohibición de las ventas a corto y de los seguros contra el impago de la deuda (CDS, por sus siglas en inglés) en situaciones de emergencia.