Liwe registra pérdidas de 2,1 millones en el primer semestre del año

MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Liwe registró unas pérdidas de 2,1 millones de euros en el primer semestre de 2024 frente a las ganancias de 2,3 millones de euros registradas en el mismo periodo del ejercicio precedente, según informa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En concreto, la facturación de la compañía en este período se situó en los 50,2 millones de euros, lo que supone una caída del 13% respecto a las del primer semestre del ejercicio 2023.

Liwe ha precisado que tanto la cifra de ventas como el margen bruto del grupo se han visto muy deteriorados por la necesidad de acometer un plan de reducción de stocks cuyos niveles tan altos están perjudicando su rentabilidad y oferta de producto.

De esta forma, el grupo contaba a cierre de 30 de junio con un total de 362 tienda. Durante el primer semestre no se han abierto ningún espacio nuevo, pero se han cerrado ocho tiendas en España, dos de ellas ubicadas en espacios del Corte Inglés y otra en Portugal.

Respecto a la deuda financiera neta del grupo, ésta ha disminuido hasta los 60,2 millones de euros, lo que supone una caída de 5,3 millones de euros y del 8% en relación con el 30 de junio de 2023.

De esta forma, Grupo Liwe prevé una evolución positiva de sus principales indicadores a lo largo del segundo semestre de este año. La firma ha destacado que julio y agosto han supuesto un cumplimiento de los objetivos de ventas estipulados para este período, lo que le permite "ser optimista" de cara al cierre del ejercicio, a lo que se une la "buena aceptación" de las colecciones de invierno.

El grupo confía en que el plan de transformación iniciado en el primer semestre empiece a dar sus frutos en este segundo semestre. Además, espera en que el primer semestre del 2025 se dé por culminado el plan de optimización del porfolio de tiendas, de manera que el objetivo es no tener ninguna tienda con Ebitda negativo en el segundo semestre del 2025.

Adicionalmente, el grupo señala que cuenta con una estructura de financiación óptima para cubrir sus necesidades operativas y poder acometer el plan de transformación en el que está trabajando, por lo que se espera que la generación de flujos de caja positivos de este plan permita reducir su endeudamiento en el año 2025 y volver a la senda de rentabilidad acorde a los parámetros del sector.